Desde niña Ahsoka fue tratada diferente por sus padres. Siendo la menor de dos hermanas. a los pocos años de vida es saparada de su familia y llevada al Templo.
¿qué pasa cuando se reencuentra con sus hermanas despues de haberla dado por muerta?
#7...
Mi garganta comenzó a arder. Yuae era el nombre de nuestra madre.
Lux y yo miramos a Rosette. Había dejado de llorar y ahora jugaba con los dedos de Marina.
Sentí un golpe en mi hombro. Me giré y me encontré con la mirada de Lux.
-- ¿Sí? -- Le pregunté.
-- ¿Puedo hablar contigo en el pasillo por un segundo? -- Preguntó.
Miré a Rosette muy rápido y luego Lux.
-- Por supuesto.
Agarró mi mano y me condujo al pasillo desierto.
-- ¿Qué pasa, Lux? -- Pregunté.
Lux suspiró y luego miró hacia abajo; Podría decir que estaba sumido en sus pensamientos.
-- Ahsoka, yo ...
-- ¡Ahsoka! ¡Lux! -- Ambos giramos y vimos a Padmé corriendo por el pasillo hacia nosotros. -- ¿Marina está bien? Acabo de enterarme del bebé.
-- Marina y el bebé están bien, Padmé. Ven a ver -- Dijo Lux
<<Estamos teniendo una conversación aquí, Padmé!>>
Lux y yo volvimos a la habitación con Padmé.
Padmé corrió al lado de Marina. Me paré en la esquina y sonreí mientras miraba a Rosette. Estaba empezando a pensar cómo sería si tuviera un bebé algún día. Pero mi sonrisa se desvaneció cuando recordé que nunca podría. Conmigo siendo Jedi y sin que nadie se preocupe por mí.
Sentí que Lux colocaba sus manos suavemente sobre mis hombros.
-- Rosette es hermosa, al igual que su tía Ahsoka. -- Dijo Lux.
Sentí mi Lekkus oscurecerse al mismo tiempo que pensé,
<<Huh; Supongo que ahora soy tía.>>
Escuché a Lux suspirar.
-- Desearía poder tener un hijo algún día.
Me volví para mirarlo.
-- ¿Por qué no puedes? -- Pregunté.
-- Solo amo a una persona, y me sería imposible estar con ella -- Dijo Lux mirando hacia abajo.
Eso me dolió, aquí estaba yo. Escuchar al hombre que amo diciendo que estaba enamorado de otra persona.
-- ¿Quién es? -- Pregunté, manteniendo mi expresión facial igual.
Lux miró a su alrededor.
-- Vamos.
Agarró mi mano y me condujo de vuelta al pasillo. Pero no nos detuvimos allí; subimos las escaleras hasta llegar a un balcón.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.