No había dormido muy bien, el hecho de haber visto esa letra después de varios años me dejó pensando que hace cuánto tiempo estaría de regreso, hace cuánto me estaría viendo o incluso, cuántas veces le había pasado al lado o quizá hasta lo había visto a los ojos y yo no me di cuenta. Preguntas sin respuesta que me mataban lentamente.
-¿Mirarás el plato todo el día?
Sacudí mi cabeza para despejarme.
-No -le sonreí -voy a lavarme los dientes.
-Yooni, esta mañana...
Sonó mi celular, miré la pantalla y cuando iba a dejarlo mi mamá me hizo una seña para que atendiera, restando importancia a lo que me diría antes.
-Justifícame -suplicó en cuanto atendí.
-Has faltado ya otros días ¿Qué más les diré a los profesores?
-Eres una genia Yooni, se te ocurrirá algo. Porfaaaa.
Me lo imaginé haciendo puchero.
-¿A dónde vas ahora?
-Iré a Bucheon. Presentaciones de baile ¿sabes? Es asombroso.
-No puedo.
-Porfa, porfa, porfa...
-¡Ya! Está bien.
Escuché una risita antes de colgar la llamada. Fui hasta el baño y me lavé los dientes tal y como le había dicho a mi madre, una vez que estuve lista volví al comedor donde mi mamá estaba sentada esperando para pasar a dejarme al instituto. Tomé mi mochila, acomodé mi falda y cabello y salimos.
Las calles un tanto desiertas se pintaban de un cálido carmesí y las personas que transitaban se miraban tranquilas y felices, a excepción del señor Byun quien siempre salía a ejercitarse pero que parecia estar atormentado o intentando no desvanecerse allí mismo.
Lo saludé con la mano cuando pasamos casi a su lado, el hombre forzó una sonrisa y siguió respirando agitadamente por la boca. Negué con la cabeza y me recosté por completo en el asiento del copiloto.
-Oye, cariño -mi mamá llamó mi atención -tu padre me llamó temprano a la madrugada.
-Ah ¿Sí? ¿Qué quería?
Aún no me tragaba bien la idea que había tenido mi papá de casarse y no es que no pudiese rehacer su vida después de separarse de mi madre, es solo que no soporto a la nueva mujer que trae todo el paquete incluido. Si tres hijos no son demasiado no se qué sean. En realidad no me agrada uno de sus hijos debo aceptar que la mujer no es totalmente desagradable.
-Bueno, se irán él y Sara a un viaje a Francia para comprar el vestido de boda y me ha pedido un favor.
-¿Me incluye? Porque no recuerdo hablarle desde hace varios meses.
-Yooni, se que no te agradan sus hijos pero tu padre lo decidió así ¿bien? Encontrarse a una mujer de su misma nacionalidad seguro fue emocionante y se enamoró, además es muy linda, se que puedes soportarlo un par de semanas.
Sí, soy de madre coreana y de padre italiano. Toda mi vida desde que nací viví en Corea así que a eso se debe mi buen coreano y mis rasgos distintivos claramente se los debo a él.
-Tú también lo eres. También eres linda.
-Y tú, gracias a él tienes rasgos diferentes y unos ojos lindos. Pero ese no es el caso. Me pidió que pasáramos por Mathias, Jean y Sophie, el jueves a la tarde.