HI♡LIGHT «OneShots»

Feliz San Valentín (DuWoon)

Luego de haberse dado una ducha y de haber intentando contactar a Dongwoon por teléfono infructuosamente, Dujun se dirige a la cocina. Abre la nevera y saca un pedazo del pastel que había comprado como sorpresa para su novio, pero que frustradamente empezó a comer sin su compañía. Mira el reloj de pared. Falta poco para que sean diez de la noche. ¿Por qué todavía no aparece? Da una gran bocado para calmar su frustración y saca su teléfono para intentar contactar a Dongwoon por milésima vez. Vamos, contesta. Nada. La única que parece interesada en hablar con él es la chica del buzón de voz.

Bloquea el teléfono y lo deja a un lado, sobre la mesa. Termina su porción de pastel y cuando pretende tomar el teléfono para intentar llamar una vez más, oye como suena notificando que ha recibido un mensaje.
Lo toma, pero antes de poder siquiera abrir su buzón de mensajes la pantalla se ilumina por una llamada.
Nota que quien lo está llamando es Dongwoon y ahora el que se ilumina es su rostro.

—¿Dongni? ¿Estás bien?

—Hyung.. sí, sí, estoy bien.

Al escucharlo decir esas palabras Dujun logra sentirse un poco más aliviado.

—¿Por qué no contestabas el teléfono? —las palabras de Dujun son suaves—. Ya es tarde, me preocupaste.

—No quería preocuparte. Lo siento por no contestar, pero es que he estado ocupado en algo.

—¿Algo? ¿En qué? ¿Dónde te metiste? ¿Se puede saber qué es tan importante que no puedes estar con tu novio el día de San Valentín?

Detiene sus protestas cuando oye la risa divertida de Dongwoon al otro lado de la línea.

—¿Por qué te ríes?

—Hyung, si quieres tu regalo ven a la dirección que te acabo de enviar por mensaje. No demores, de acuerdo.

Y la llamada termina.

Dujun se toma unos segundos para revisar el mensaje que llegó a su teléfono. Es una dirección no muy lejos de allí. ¿Qué diablos está tramando?

~~~

Después de pocos minutos, Dujun llega a la dirección recibida en su teléfono. Es un sector refinado con grandes casas en su alrededor. Se fija en el número de la casa y se detiene. Baja del auto y saca su teléfono para constatar si en verdad ésta es la dirección que le ha enviado Dongwoon. No hay duda. Aquí es.

Piensa un par de veces antes de tocar el timbre. ¿Qué haría Dongwoon en un lugar como éste? Prefiere llamar a su teléfono primero. Un timbrado. Luego dos. Y el portón automático se abre a sus espaldas a la vez que la llamada es contestada.

—Pasa.

Un pequeño escalofrío producto de la adrenalina recorre su espalda. Nota que la llamada ha sido cortada y guarda su teléfono mientras se adentra a la residencia. Se siente como un intruso que puede ser botado a patadas en cualquier momento, sin embargo, en ningún instante piensa en detenerse, por el simple hecho de que Dongwoon está allí, escondido en cualquier lugar, esperando por él. Un pequeño jardín lo recibe y lo encamina hacia la entrada principal. Un destello brillante llama su atención y mira hacia la derecha. Descubre que hay una gran y bien iluminada piscina en el patio de la residencia. Asegurándose de que Dongwoon no está esperándolo ahí, continúa caminando, sube un par de escalones y llega a la puerta principal. Gira la perilla y consigue abrir la puerta de la gran residencia con facilidad.

Entra y se percata que por toda la sala hay repartidas pequeñas velas aromáticas. Aquellas minúsculas llamas son las únicas que alumbran el lugar y forman una especie de camino que Dujun no duda en seguir. Mientas más avanza, más percibe como una suave música ambienta todo a su alrededor. No tarda mucho en llegar hasta el comedor. Las pequeñas velas que en un principio formaban un camino, ahora rodean toda la habitación. Además de las que están en el suelo, hay velas colocadas estratégicamente sobre repisas en las paredes y un candelabro ayuda a iluminar mejor el comedor con sus largas velas, sirviendo también como un elegante adorno en la gran y bien abastecida mesa. Todavía no está seguro de lo que pasa. Hasta que lo ve. Dongwoon emerge de la cocina y con un par de copas de vino tinto en sus manos se acerca sonriente a recibirlo.