De tanto pensar en lo que había pasado me quedé dormida, pero un repentino chorro de agua fría hace que mis sentidos se alteren súbitamente, Kisha me miraba sonriente mientras sostenía un pequeño balde, luego ella me tomó fuertemente del brazo.
- ¡Levántate! – me llevó a rastras hasta la sala – mira, ¡Mira! Ves como has dejado a mi hija y a su vestido, debería matarte por esto – empezó a abofetearme – después de haberte acogido y darte de comer todo este tiempo, ¿Tú? ¿te atreves a golpear a mi hija? No tienes vergüenza, pero te daré una lección que no olvidarás.
En ese momento me encontraba congelada, no podía moverme, estaba asustada al igual que el señor Thompson, pero quien mas disfrutaba esto era Samanta, la sonrisa enorme en su cara lo decía todo; Kisha sacó un palo que tenía guardado en su pequeño almacén, se disponía a golpearme con él, pero yo ya había soportado mucho, no permitiría más abusos.
- Yo te enseñaré a respetar – amenazó con el palo y un golpe desprevenido sobre mi pierna hizo que cayera al suelo con un dolor profundo, luego una bofetada con una fuerza que no pensé que Kisha tenía me abrió una herida en el labio, la cual empezó a sangrar, me puse de pie con dificultad – creo que esto no ha sido suficiente.
Apenas escuché como el señor Thompson le pedía que no siguiera, pero ella no hizo caso, quería matarme, alzó el palo y planeaba golpearme nuevamente, pero esta vez no lo permitiré, antes de que el palo golpeara mi rostro lo sujeté fuertemente con la mano.
- ¡YA BASTA! – le arrebaté el palo de las manos y lo lancé lejos de su alcance – no permitiré que sigas tratándome como un animal, te he soportado todo este tiempo, pero ya no lo aguanto más, traté de ser tolerante, pero con ustedes no se puede, quieres acusarme que yo golpeé a tu hija hazlo, ya no hay nada que me importe ni que me ate a este lugar – subí al ático ante las miradas atónitas de todos, en especial de Kisha.
Abrí la puerta del ático y la cerré con llave, Sky me estaba esperando; saqué la poca ropa que tenía guardada en el viejo ropero, la guardé nuevamente en mi mochila al igual que todas mis cosas, cargué mi mochila al hombro, le coloqué su correa a Sky y estaba lista para irme; abrí estruendosamente la puerta y bajé las escaleras, al parecer toda la familia estaba esperándome en la sala.
- ¿A dónde crees que vas? – kisha siempre entrometiéndose - ¿Crees que te puedes ir así de fácil? Si te vas le diré a la señorita Moore que te volviste loca, que golpeaste a mi hija y que incluso trataste de golpearme a mí con ese palo, ella te enviará a un manicomio y tu mascota a una perrera y vivirás infeliz por el resto de tu vida si eso es lo que quieres, como te dije la primera vez, las puertas están abiertas – una sonrisa burlona se formó en sus labios, creía que iba a acceder a sus chantajes.
- Eso a mí ya no me importa – la miré fijamente a los ojos – para llevarme a un manicomio necesitaran encontrarme – susurré en su oído.
Tras decir estas palabras salí corriendo lo más rápido que mis piernas me permitían, Sky fielmente me seguía, corrí, corrí hasta más no poder; transcurrieron veinte minutos aproximadamente hasta llegar a mi casa, abrí la puerta y corrí hasta la habitación de mis padres, abrí su armario y saqué una mochila de acampar, era tan grande que probablemente entraba toda mi ropa, metí unos libros eran mis favoritos, una chaqueta que le encantaba a mamá y un gorro que usaba mi padre, y varias fotos de nosotros, mi laptop, celular y audífonos, una pequeña mochila, y tres latas de comida para Sky, aparte de una botella de agua para mí, la mochila ya estaba repleta, ers hora de irme. Bajé las escaleras intentando no tropezar, salí de mi casa y pude divisar a lo lejos la camioneta de los Thompson, me estaban siguiendo, empecé a correr con todas mis fuerzas, Sky seguía mi paso, no sabía cuánto me tomaría llegar hasta el bosque, pero no me rendiría ahora; a cada paso que daba sentía que estaba mas cerca de llegar, los latidos de mi corazón eran cada vez más rápidos , mi respiración se aceleraba más y más, ya habían pasado treinta minutos aproximadamente, pero me asustaba aún mas que me atraparan; vi que la camioneta de los Thompson acercarse más, mis fuerzas decaían, ¡Por favor Keyla, no te rindas ahora! La voz de mi madre retumbó en mis oídos, me dio fuerzas para continuar. Luego de unos minutos ya había. Llegado, fue difícil adentrarme pues era un poco empinado; me iba apoyando en algunos árboles, y aunque el frio me acobardaba no debía detenerme, además ya que la camioneta no puede llegar hasta aquí, si quieren alcanzarme tendrán caminar.
Por un momento pensé que estaba perdida, no sabía por donde iba y el cansancio hacía que mi vista se nuble por momentos, no usé la linterna para no llamar la atención, quisiera decir que tenía una idea de dónde ir, pero no era así, de pronto tropecé con la raíz levantada de un árbol..
- Ayyy, claro ahora te vienes a caer, muy oportuno Keyla, muy oportuno – empecé a reclamarme a mí misma mientras frotaba mi rodilla para aliviar el dolor.
Cuando ese mal momento ya había pasado levanté la vista para ver por donde iba, pero mi cuerpo no reaccionaba, quedé atónita con lo que estaba viendo, era como un vidrio con la forma de un rectángulo vertical del tamaño de una puerta, pero tan delgado que pasaría desapercibido por cualquiera que lo mirase, se encontraba suspendido en el aire y tenía un brillo imperceptible a larga distancia; a ese objeto ya lo había visto antes, cuando era apenas una niña. Me fui acercando poco a poco, algo me jalaba hacia él, tenía mucha curiosidad e intenté tocarlo, pero mi mano lo traspasó, pensé que había salido por el otro lado pero cuando miré no había nada, ¿Qué era aquello? .. Tal vez un portal..
- ¡KEYLA! ¿Dónde estás? – reconocí la voz del señor Thompson, ellos estaban cerca, no tenía escapatoria, a menos que..
Pensé en entrar a ese portal, ya no tenía nada que perder.
- Sky, entraremos en esa cosa ¿Me entiendes? No tengas miedo, tú solo sígueme, todo estará bien – la verdad no sabía que pasaría pero habría que intentar, Sky dio un pequeño ladrido, al parecer estaba listo.
Empecé a entrar poco a poco, tenía miedo, entré completamente al igual que Sky, al parecer el lugar al cual llegué también era un bosque, un poco mas frondoso, escuché las voces de las personas que me perseguían, intenté retroceder pero tropecé, tenía miedo que me atraparan, pero no sucedió, vi que pasaron junto al portal pero no lo notaron, ni me vieron.
- Que buena suerte tengo, pero ¿Dónde estoy? – miré a todas partes y solo veía bosque, al parecer tendré que responder sola mis preguntas, era momento de seguir mi camino
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Danp's Academy: The origin
FantasiaHace mucho tiempo llegaron al mundo, nunca nadie supo su origen, pero ellos si sabían su objetivo: El enfrentarse a los "Destructores" y alcanzar la paz en la tierra. Keyla es una chica ordinaria que no sabía que su destino ya estaba escrito por una...