Nieve Roja (Saga La Canción De Los Árboles)

Prólogo

  Se despertaron.

Hanna, Wiyn, Nova, Patrik, Dyana y Dick abrieron los ojos a la vez. No recordaban como habían llegado allí.
Se despertaron a la vez, en un enrramado de palos grises.
A Hanna se le aclaró la vista. No, no eran palos grises. Eran rejas.
Giró la cabeza a un costado para mirar a sus compañeros. Ellos miraban medio atontados a su alrededor.
Intentó hablar, pero no pudo. Presa del pánico, se obligó a calmarse a sí misma. Al fin de cuentas, había pasado por cosas peores y había aprendido a no perder el control. Se sentó, enderezándoce. Aquél lugar le ponía los nervios a flor de piel aunque no sabía muy bien porqué. Era una sala gigantesca, toda gris; no había ventanas ni ningún otro mueble que decorara la habitación. Centró la vista en sus compañeros, quiénes habían comenzado a levantarse. Todavía estaban todos medio atontados. Wiyn se enderezó de golpe y tan pronto como su cabeza tocó el techo, soltó un improperio.
-¿Qué tienen con la gente alta? ¿Acaso la humanidad no quiere a los altos? Qué inconsciencia por su parte.
Hanna intentó pararse y por poco se cae. Nova la sostuvo.
  Patrik echó un rápido vistazo a su alrededor y se acercó a los barrotes.
  -Barro de fuego... -murmuró para sí-es imposible romperlo -Finalmente dijo para todos.
- Entonces fijémonos en la cerradura -Propuso Dick.
Sin decir nada, Patrik señaló el suelo. Entonces Hanna se dió cuenta: no había salida.
-Parece que nos durmieron, nos dejaron en el piso de esta sala y nos pusieron la jaula encima-Comentó Patrik con asco-. El barro de fuego pesa demasiado para poder moverlo un ser vivo. Incluso de a varias personas, esto sería inamovible. Sólo con una grúa...
-Patrik el Inteligente. No por nada te dieron el apodo -Comentó con voz divertida una voz conocida.
Después, todo se tornó negro.