—Deberías regalarme un poco de esa autoestima Jin —dijo Yoongi saliendo del cubículo.
—Solo digo la verdad, me voy a historia, suerte en tu examen de física —salió de los baños.
En su mente repasaba lo que había visto en la clase anterior para no reprobar el parcial. Pero unos llantos captaron su atención. El día era muy lindo, ¿Por que llorar hoy?
Se acerco, un pobre chico estaba sentado en el suelo, con su rostro oculto en sus manos. Tomo un lugar a lado del desconocido y con confianza paso su brazo por aquellos hombros pequeños a comparación de los suyos y otorgó palmaditas intentando calmar su llanto.
—Tengo un examen ahora pero consolar a desconocidos es mas importante ¿No?
—Lo siento, no pierdas tu tiempo conmigo —su voz casi no se escuchaba y empeoraba más entenderle si hablaba tan pausado.
—No quería decir que eres una molestia, creo que lo interpretarse de esa forma —balbuceo nervioso, siempre elegía las palabras incorrectas.
Pasaron unos minutos y el castaño dejo de llorar.
—Bueno, ¿Que te ha pasado?
Levanto un poco su cabeza aunque su mirada estaba perdida en el suelo.
—Todos creen que soy feo, el chico que me gusta me acaba de rechazar, no le gusto a las personas.
Entonces Jin se dedico a analizar el rostro de su compañero.
—¡Oye! —grito en tono alarmante.
—¿Que ocurre? —pregunto espantado.
—Eres muy lindo, te han estado timando.
Lindo... Eso era lo que menos espero escuchar. Hoseok decidió mirar a quien le había dicho aquellas palabras. Era Jin, uno de los chicos mas atractivos de la escuela.
Y no sabia por que se sentía tan mal. Pensando que solo le dijo aquello por lastima o recordar su ingenuidad pues se lo creyó y algo en su interior se estremeció.
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