No todo es perfecto.

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Narrador Omnisciente.















ChangKyun estaba observando, sentado en el retrete cerrado, como Hoseok llenaba con agua la tina rosa pastel frente a él. Estaba desnudo, sólo con una bata blanca sobre su pequeño cuerpo, con las piernas tensas y el resto de su cuerpo rígido.

Observó que el de cabellos rubios tomó un recipiente de color verde muy claro, pudo notar que decía algo como "jabón natural de aceite de oliva", había leído que aquel humectaba la piel en una de las tantas revistas de belleza de su primo KiHyun. Vació algo de aquel jabón en la bañera con un movimiento elegante muy propio de él. 

Luego, se incorporó para ir hasta la repisa que estaba cerca del lavamanos y sacó de allí un pequeño recipiente con un contenido de color verde brillante. Se inclinó nuevamente para verter un par de gotas en la tina e inmediatamente el agua tibia de la bañera comenzó a teñirse de color verde pastel algo transparente, mientras un exquisito aroma a menta inundaba la habitación y las fosas nasales del menor. 

Hoseok se levantó y miró los orbes maravillados de ChangKyun. Unas lindas burbujas habían comenzado a formarse sobre el agua de la bañera color rosa pastel muy claro.

—Listo, ya tienes tu baño de burbujas. —Sí, Hoseok había pedido que preparan el baño para el menor, pero lo habían hecho sin burbujas.

Sí, aquel era el problema. Hoseok leyó en una revista de su hermana que los baños de burbujas relajaban a las personas que se sometían a ellos. Sólo bastaban los ingredientes que él había puesto en la tina y un par de masajes en las piernas.

ChangKyun se levantó y le agradeció con la mirada. Sus ojitos aún estaban hinchados y algo rojos, pero a pesar de que Hoseok sintió su pecho contraerse, se esforzó por sonreírle como siempre lo hacía. 

El menor pareció quedarse en un debate mental y aquello lo notó el alto. La verdad era que le daba vergüenza estar desnudo frente a él. Hoseok lo captó de inmediato debido a su mirada perdida y mejillas algo rojas.

—Oh, ¿quieres que me de la vuelta verdad? —preguntó el rubio. ChangKyun asintió.

El mayor se dio la vuelta, mirando la puerta color celeste pastel mientras escuchaba el leve ruido del agua.

ChangKyun deslizó la prenda blanca por sus hombros y espalda, dejando que cayera por sí sola por el final de su espalda y trasero, llegando al suelo, tocando sus pies. Lentamente metió una de sus piernas y, ayudándose del borde de la tina, metió la otra para luego sentarse.

Sus mejillas ardían por la presencia del rubio, pero él le había pedido que se quedara allí. Estaba entre arrepentido y no.

—L... Listo —avisó el menor. Hoseok inmediatamente se dio la vuelta con su llamado.

El alto le sonrió y tomó un taburete de color blanco brillante para sentarse en él cuando lo dejó a un lado de la bañera. ChangKyun se sobresaltó.

—Tranquilo —habló el rubio al ver el respingo del cuerpo contrario—. Estás muy tenso, necesitas relajarte. Y para ello, te daré unos masajes, aunque no soy muy bueno. ¿Qué te parece?

No sonaba mal. Lo que le dolía horrores era su espalda, cuello y piernas, lo demás era sólo un resentimiento suave.

El de cabellos azulados asintió suavemente, esbozando una pequeña sonrisa. Hoseok le devolvió el gesto y subió las magas de su prenda clara hasta sus codos. Tomó una crema que el menor no sabía de donde sacó y puso algo de ésta en sus manos, frotándola entre sus manos, calentando la crema.

ChangKyun observó cada uno de sus movimientos y trató de relajar un momento su cuerpo.

Cuando Hoseok dio por terminada la preparación, pasó sus manos por el cuello y parte de los hombros del menor. Sus movimientos eran lentos y continuos, aveces en maniobra de, vaciamiento, moviendo sus manos de arriba hacia abajo y del centro hacia los extremos, mientras bajaba por su espalda. Una vez estuvo unos dos minutos allí, hizo alto de presión con sus pulgares a lo largo de toda su columna, escuchando los leves gemidos y jadeos que ChangKyun liberaba con sus caricias.

sobre niñeros y homofóbicos ; jookyun / editandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora