Camino de medianoche.

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Narrador Omnisciente.








ChangKyun se quedó estático en su lugar mientras observaba los ojos dolidos de Hoseok. Él tenía las cartas en sus manos, aquellas que había intercambiado con JooHeon días antes.

Era su fin, de eso estaba seguro.

—¿No piensas responderme? —le preguntó con su voz quebrada. No supo que hacer. Ver sus ojos brillantes en lágrimas, aquellos labios rojos que en algún momento besó con una mueca de dolor no hacía más que estrujarle el alma en arrepentimiento.

Intentó, de verdad intentó separar sus labios para decir algo pero la voz no salía de su garganta. Estaba preso del miedo.

El mayor tenía los cabellos mojados y desordenados, el rostro húmedo con las lágrimas, los ojos hinchados y la nariz roja delatando el haber estado llorando hace poco. Con rabia limpió su rostro mientras dejaba escapar un sollozo.

—¿Nunca me amaste? ¿Ni siquiera un poco? —preguntó con las esperanzas aún allí presentes. Seguía engañándose a sí mismo. 

ChangKyun miró el suelo nervioso mientras molía su labio inferior entre los dientes, podía ver como las lágrimas hacían acto de presencia en sus ojos amenazando con abandonarlos para trazar sus mejillas en cualquier segundo. La vista se le nublaba.

Su silencio le decía todo.

—¿No pudiste decírmelo antes? —siguió indagando. Estaba esperando a que el menor hablara pero aquél parecía un pequeño perrito regañado después de hacer una travesura.

—Iba a decírtelo hoy... —Hoseok rió irónico mientras miraba hacia otro lugar a la vez que pasaba una de sus manos por su cabello rubio tirando de este hacia atrás dejando ver las pequeñas pero notables marcas rojas en su frente producto de las lágrimas que ya caían de a poco.

—¿Sabes? Ya no importa, ya lo hiciste. No hay vuelta atrás.

Pudo ver las lágrimas cayendo por el rostro ligeramente más moreno que el suyo. Su corazón dolió en ese instante al verlo así, estaba sufriendo y eso le hacía sentir culpable; pero esta vez no podía dejarse pasar a llevar, no estaba dispuesto a ser el Hoseok débil, no volvería a sufrir.

—¿Ahora te corresponde? —volvió a hablar. ChangKyun bajó su cabeza y el rubio rió—. ¿Confiaste en él otra vez después de lo que te hizo?

Las palabras hirientes salían sin que quisiera de sus labios, no podía evitarlo. Si se guardaba todo lo que tenía que decir terminaría dañándose más.

—ChangKyun —le llamó, éste levantó su cabeza dejando ver su húmedo rostro—. JooHeon no te hará feliz. ¿Con qué seguridad puedes confiar en que no volverá a hacerte daño? 

Nuevamente lo estaba intentando a pesar de que sabía que no tendría otra oportunidad ¿Qué tenía JooHeon que él no?

—Yo sólo lo sé —habló de una vez ChangKyun, clavando sus ojos cafés en los suyos.

El rubio pasó una mano por su rostro mientras suspiraba.

—¿Cómo lo sabes? JooHeon ha sido una persona sin corazón toda su vida, no hay manera en que pueda amarte, estás arriesgándote demasiado al creer en sus palabras, ChangKyun.

sobre niñeros y homofóbicos ; jookyun / editandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora