Simple atracción +17

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Narrador Omnisciente.










—¿Qué?

Al escuchar la voz de ChangKyun, Jooheon reaccionó casi al instante, escondiéndose tras la puerta.

Rápidamente y con su rostro ardiendo, caminó tratando de no hacer ruidos hasta las escaleras, las cuales (estuvo seguro) bajó a la velocidad de la luz.

Con frustración, pasó una mano por su rostro, maldiciendo al niñero entre balbuceos.

Él no era homosexual, no. Había tenido y criado (poco tiempo) a su hijo junto a una mujer. Le gustaban las mujeres, no era su culpa que ChangKyun tuviera un cuerpo femenino. Con una delgada cintura, piernas perfectas, un gran trasero y... No, basta. JooHeon ya no podía reconocerse.

—¿Señor Lee? —se escuchó desde el balcón al que daban las escaleras. El simple sonido grave de su voz le había hecho temblar, ¿desde cuando era tan sensible? JooHeon levantó su vista, aún con una mano cerca de su boca y el ceño fruncido, mirando a ChangKyun. Al menos tenía puesto su pijama.

—¿Pasa algo? —preguntó el peli-plata, tratando de parecer casual.

—Usted, por casualidad, ¿subió hasta las habitaciones? —preguntó el menor. Tenía sus brazos apoyados sobre la baranda del balcón, con sus piernas algo cruzadas. El buzo azul se pegaba a sus finas extremidades y sólo tenía ganas de acariciarlo hasta hacerlo gemir. Maldita sea, ¿qué clase de pensamientos eran esos?

—No, acabo de llegar, ¿sucede algo? —mintió el mayor, manteniendo una expresión seria en su rostro. Era bueno fingiendo.

La expresión confundida en el rostro contrario cambió a una de miedo.

—¿Pasa algo? —preguntó JooHeon.

—No, sólo pensé haber visto a alguien arriba.

—Tal vez fue tu sombra, no pienses demás —le tranquilizó el mayor. La verdad era que él era muy asustadizo y si hubiera visto algo así, se espantaría y llamaría al control de plagas.

—Sí, eso haré —, ChangKyun sonrió.

"No, no sonrías", pensó JooHeon para si mismo. Iba a perder la paciencia en cualquier momento.

—¿MinHyuk estuvo bien hoy? —Si era sincero, ya no le importaba como estuvo su hijo,sólo quería tener a el niñero, aunque sea, unos segundos más allí.

—Oh, sí. —Otra vez aquella sonrisa. JooHeon quería arrancarse los cabellos de los laterales de su cabeza-. Jugamos mucho, me complicó un poco que estuviera quieto y que se fuera a dormir, pero recibí ayuda de HyungWon-ssi y la señora SunHee.

—Me alegro—, sonrió JooHeon.

¿Desde cuando sonreía tanto?

—P...Puedes ir a tu cuarto, me daré una ducha así que no te espantes si sientes ruidos.

—Está bien, buenas noches señor Lee.

—Buenas noches ChangKyun.

Sin perder más tiempo, JooHeon fue hasta el baño y, después de quitarse su ropa, entró a la ducha, relajando sus tensos músculos bajo el agua tibia, suspirando cada vez que acariciaba su espalda. Por curiosidad, miró por el rabillo del ojo su "hombría". Esta se hallaba algo dura.

Maldita sea. Si antes quería arrancarse los cabellos de los laterales de su cabeza, ahora lo haría de su cabeza completa.

Un joven de sólo 26 años, hombre y que no era su tipo había logrado ponerle duro mucho más rápido de lo que recordaba haberse puesto en su adolescencia.

sobre niñeros y homofóbicos ; jookyun / editandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora