1. Seducción ©

Capítulo 15

- Entonces qué, ¿Vienes hoy a mi casa?

- Se me hace imposible preciosa princesa - Me guiña su ojo derecho, asiento con mi cabeza, jácara camino por el pasillo del último piso del hotel de los aromas. Es un hecho, hoy no lo veré, creo que es justo, no puedo ser un chicle para él, digo, la vida no sólo se trata de tener relaciones sexuales, la vida es un control.

Entro a la cabina del ascensor y presiono el botón para bajar al piso uno, mientras baja se detiene en el piso cuatro y un hombre bastante atractivo entra mientras me recorre de pies a cabeza, toco mi cabello, señal de incomodidad. Lo veo y él me sonríe con una sonrisa, mmm, bonita, pero, comparándola con la de Michael... Bien, mejor no hablo.

- Daniell Parker - Me ofrece su mano, en eso, se abre la puerta del piso uno, salgo y lo ignoro completamente, a lo mejor fui un poco grosera con él, pero es que su mirada no me ha causado nada de confianza, me encuentro a Leslie en el lobby así que la saludo, giro la puerta y Marco me saluda, todos como si fuésemos buenos amigos, busco a un taxi y por suerte pasa uno por al frente de donde estaba parada, pasa por desapercibido pero silbo y este al segundo se detiene, me subo en él y me dirijo a la casa, luego de recorrer los cuantos kilómetros de Crepesh hasta mi casa, entro a esta y busco la silla más cercana, me siento y sobo mis pies ya que los tacones me han estado matando, recuerdo la mala pasada que le he hecho a mi Martin, corro hacia el teléfono de la sala y le marco al segundo. Como no me contesta le dejo un mensaje de voz diciéndole lo que ha sucedido.

Tomo mis cosas y subo hasta mi habitación a dejarlas, al asegurarme de que todo está tal y como yo lo deje, llaman a la puerta y son mis personas favoritas en este mundo, Tara, Marian y mi Cameron por supuesto, pasan sin el permiso que necesitan, Pesqui se queda de última y me da una mirada de temor, ahora yo la veo enojada por la foto que encontré ayer entre las candidatas para la cena Acrento.

Cameron saca una botella de vino Tinto de entre su bolso, la pone sobre la mesa de en medio y luego saca cuatro basos desechables que andaba escondidos, sirve el vino.

- Vaya, hasta que al fin recuerdan que existo. - Empiezo a escupir veneno.

Marian me ve insegura y tímida mientras bebe de su vino. - Any, Tara y yo andábamos en el proyecto de la iglesia, no podíamos, pero mira, ya estamos aquí.

- Cameron estaba aquí, ella vino a visitarte. ¿Por qué dices que por fin te recordamos?

- No sé, tan sólo siento que me tienen en el abandono. - Volteo hacia Cameron, ella bebe de su baso de muy mal gusto, como siempre ella dejando de lado la estética de una dama, coloca los lentes de sol ray ban sobre su cabeza. La imagen de Michael se me viene al milisegundo. Muerdo mi labio inferior, mi cuerpo me pide a gritos el bálsamo que sólo él puede ofrecerme.

- Annette te miro muy fresca, joven, brillante, no sé te veo diferente.

- Es que acabo de tomar un baño. - Miento.

- No sabía que ahora le decían "baño" a los polvos.

Pinche wey Jackson ¿En serio te tienes que andar metiendo hasta en mi plática fraternal femenina? Hasta cuando no estás quieres controlarlo todo.

A lo mejor Tara y Marian se crean el royo del baño, pero sólo mi Pesqui sabe a qué se debe ese cambio, Cameron es mi hermana, cosa, que ni Tara ni Marian podrán llegar a ser, ellas sólo son mis amigas de colegio, pero Camy es la de toda la vida.

Cruzo mi pierna y Cameron la cruza también, me cruzo de brazos y ella lo hace también, abro la boca ,ella lo hace, me río, ella también lo hace ¿Acaso me está remedando?, extiende su brazo y me da el baso con vino, cosa, que se ve de muy mal gusto.