1. Seducción ©

Capítulo 21

“Todo me da vueltas sin parar”.

— Así que siempre fue ella la que te enamoraba.

— Exacto, y la verdad, yo puedo ser un engreído, un egocéntrico y todo lo que mi hermosa princesa me quiera decir, pero jamás Annette, jamás, seré un patán, siempre voy a respetar a la mujer y es por eso que me siento realmente incómodo cuando estoy con ella, siento que me acosa y tengo que hacer la irrespetuosa acción del ignoro.

— Pero ella me dijo otra cosa. Y la verdad le creo más a ella, porque... tú sabes, es mi amiga de toda la vida, mi hermana.

Chasquea para que le traigan más vino. — ¿Ah sí? ¿Qué te dijo?.

— Júrame que no le dirás a nadie.

— Lo juro.

— ¿Me lo juras por el meñique y con el corazón?.

Ríe con ternura ante mi comentario de niñita. — Lo juro cariño.

— Vale, ¿Te acuerdas de aquel día que fuiste a mi casa y que... — Le hago una seña con mis ojos ya que no quiero usar términos groseros. Él, como puede leer mi mente, ya sabe de lo que hablo así que asiente. — Bueno ese día, Cameron estaba en mi clóset. — Niega con su cabeza mientras se recuesta en el sillón y cruza sus brazos. — Pasaron como tres horas o más, te lo juro que me olvidé completamente de ella hasta que me acordé porque... Bueno, eso no importa, el caso es que cuando llegué a buscarla ella... — “Fue en prepa Any, conocí a Michael en la preparatoria Judges, ¿Te acuerdas cuando me cambiaron de escuela en la que te conocí a ti? — Asiento. — Bien, me enviaron como estudiante de intercambio a ese colegio, nos pusieron en un salón para personas de clase alta, él se acercó a mí preguntándome que si yo era la hija de Margaret Crofort, la súper modelo, yo le dije que sí y ahí comenzó todo, él es un obsesionado a las mujeres, las pieles femeninas lo drogan Annette, pero solo por ratos, no es el tipo de hombre para quedarse en una relación seria — Suspira. — Me acosté con él por una apuesta que hicimos jugando a ese estúpido juego de la botella, desde ahí ese tipo me drogó pero para él solamente fui un apostón, siempre fue así, con esa mirada dominante y ese olor impecable a vainilla.” — Estaba llorando y me dijo que por producto de una apuesta ustedes tuvieron relaciones sexuales.

Rasca su frente, luego su barbilla. — ¿En serio te dijo eso?. — Asiento, él mira hacia la ventana pensativo. — Te contaré todo Annette.

¡Dios mío ayúdame ya que viene una gran verdad!.

— La conocí en la preparatoria Judges, como te había dicho, a mí me trasladaron a una clase alta, ella estaba ahí, yo estaba con mi grupo de amigos, platicando sobre “La chica que viene de intercambio”, la famosa Cameron Morris Crofort, al terminar el día de clases ella se tropezó conmigo a propósito, se le calleron los cuadernos y pues le ayudé a recogerlos, yo siempre fui engreído así que ni siquiera le pregunté su nombre ni nada, di mi paso para avanzar pero ella me persiguió y con una voz realmente chillona me dijo: “¡Hola soy Cameron Morris Crofort... Ya debes de conocer a mis padres!” — Río por lo bajo al ver a Michael Jackson imitando la voz de una mujer. — la pasé por alto, ella prácticamente estaba hablando sola. Luego de cinco minutos se dio cuenta de que yo no la determinaba, desde el primer momento en que la vi me pareció alguien realmente falsa y aduladora, al salir completamente del edificio ella se cruzó por mi brazo, me trataba como su novio o algo así, me senté en una banca, hacía cualquier cosa para que ella se alejara, al ya estar sentado en la banca ella se colocó al lado mío y me dijo algo que jamás olvidaré: — Cierra sus ojos y muerde su labio con deseo. ¿Y ahora?. — “¿Sabes quién es mi mejor amiga?.” — Mis mejillas se coloran como el achote que usa Lina. — Yo no le respondí así que ella prosiguió “Es Annette Collins, ¡La mejor modelo de Pinki's Diamonds!”. Yo no le creí así que tuve que preguntarle si era verdad. Cariño, en mis tiempos de colegialo, tú eras la mujer de mis sueños, a pesar de que apenas tenías diecisiete años en ese entonces. — Me sonrojo aún más. Me siento en las nubes de la Virgen María. — Pasó el tiempo, la chica era un chicle conmigo pero yo siempre la rechacé, nunca pasé del “Hola, Adiós” ya para graduarnos faltaban creo que cinco meses para finalizar todo, ella se hizo amiga de Haily, las dos, perdón por la palabra, pero eran unas perras, me acosaban, hacían de todo para estar cerca de mí, me tenían encerrado en sus enamoramientos Any, un día, yo las detuve y les dije que no me gustaban ninguna de las dos, que se detuvieran porque jamás les haría caso, incluso les dije que a la única mujer que tenía en la mira eras tú. — Ríe y yo soy un volcán lanzando lava ardiente, me siento alagada como los umpalumpas alagan al cacao. — Y pues desde ahí me dejaron de molestar, Haily tuvo un novio, no sé quién es la verdad, pero Cameron siempre me lanzaba unas miradas asesinas, eran horribles.