Al Carajo La Maldición Potter || Jalice.

Capítulo 8.

[Verano de cuarto curso]

Llevaba buscando a Longbottom más de media hora, ¿a cuál de todos? Eso no era importante. Necesitaba que alguien viniera conmigo al día familiar de los Weasley.

De repente un holor a vainilla inundó mi nariz.

—¡Longbottom Alice!—grité en medio del pasillo, menos mal que sólo había unos niños de primer curso y no se habían dado cuenta.

—Esa soy yo. ¿Qué quieres? No te voy a volver a hacer los deberes de astronomía.

—No, no quería eso. Necesito...me preguntaba...¿si tu?

—¿qué? ¿si yo qué? Tengo prisa, Jamie—hizo una pausa larga—¿me estas invitando a una cita, Potter?—preguntó la rubia con una gran sonrisa y un tono burlón.

—Bueno...¿Es una cita? Sólo se trata del día familiar de todos los Weasley.

—Tu intenta quitarle importancia, pero vale, iré contigo.

—Gracias, me has salvado de una buena.

—No podía acompañarte la chica de Gryffindor, ¿no?

—¿qué chica de Gryffindor?—pregunté extrañado.

—¡oh! No te hagas el tonto conmigo, Potter. Hablo de la Elsie de quinto que puso todo su trasero en tu cara el otro día en el comedor, después de que entregarán el correo las lechuzas y de que la directora tosiera tres veces detrás de la mesa de Ravenclaw. ¿recuerdas ahora?

—Espera, ¿estas celosa?

—¿yo? ¿de qué? Si no me importa lo que haces.

—Ya claro, el caso, gracias por aceptar.

—¿te dieron calabazas? ¡Dejaron plantado a James Sirius Potter!

—No lo digas muy alto o los rechazos de Al se pondrán celosos—dije riendo.

—Me tengo que ir, ¿nos vemos luego?

—¿Bosque prohibido?

—Eres una muy mala influencia para mi, James.