En medio de su merienda vieron a la hermana del dueño de la casa bajar por las escaleras. Llevaba una remera blanca grande y sus cabellos rubios oxigenados caían despeinados sobre sus hombros. Cabe aclarar que no traía pantalones.
-¿Quién fue el afortunado de anoche?
- Un tal Lucas. No te preocupes, lo eché antes de que amanezca. Ni ganas de despertar junto a él - tras tomar una galleta agregó:-. Tuviste que haberlo visto, bro. No sabía ni ponerse un condón.
Dayana se tiró en el sillón a la izquierda de Julián. Miró a su hermano de forma indiferente mientras comía al pobre dinosaurio. A ninguno de los dos hombres en la casa les molestó que la joven anduviese en bragas por ahí. Es más, si la chica estuviese en la casa y tuviese algún tipo de prenda que le cubriese la ropa interior se preocuparían.
La rubia tomó su celular y comenzó a teclear. Probablemente estaría contándole a su mejor amiga sobre el último encuentro o estaría contactando a algún chico para esa misma noche. Conociéndola, podía ser tranquilamente cualquiera de las dos.
Dayana era una persona que disfrutaba su vida sexual. No tenía miedo en hacerlo. Su familia y sus amigos no le decían nada, después de todo, es su órgano sexual, que haga lo que quiera siempre y cuando se cuide. Mientras no apareciese un día con alguna enfermedad o embarazada de forma involuntaria a sus dieciséis años (por una cuestión de salud más que nada), no pasaba nada.
- Volviendo al tema - Julián rezongó; pensó que se había salvado, pero no-. No te deberías preocupar por gimnasia; aprueban hasta al que se tira por ahí a no hacer nada.
Ah, en cierto punto ya había podido predecir qué le iba a decir el castaño. Esto de adelantarse a lo que dirá el otro debería ser un deporte; así podía ser bueno en algo.
- No es eso. Sabés que me frustro cuando veo que por más que me esfuerce no me sale algo. Encima me pongo peor cuando veo que al resto le está yendo bien en eso.
- No, Julián, vos te frustrás cuando intentas algo y a la primera no te sale. Sí, lo repetís, pero si no practicas de forma constante tampoco te va a salir.
- ¡¿Cómo se supone que practique si ni siquiera tengo una frickin soga en casa?! Además ¿Qué? ¿Voy a ponerme a saltar en mi cuarto?
- Se pueden comprar. Y sí, tranquilamente podrías hacerlo.
El morocho resopló a la par que frotaba sus ojos con las palmas de sus manos.
- Dejate de joder. Sabía que no lo ibas a entender.
Dicho eso se paró listo para irse a su casa. Si había algo que le frustraba más que fallar era que no lo comprendieran. No pensaba quedarse en un lugar en donde no se sentía a gusto. Tal vez fuese una drama queen, pero no era tonto ni mucho menos un inmóvil árbol.
- Ya, ya, perdón. Solo quiero que veas que sí se podría hacer. Es cuestión de perspectiva, como todo.
- Uy, basta de eso de la perspectiva. Todo el tiempo lo decís. Me tenés las pelotas llenas.
- Juli, te amo, pero dejá de ser una telenovela exagerada, por favor - dijo Dayana sin cambiar de posición o de actividad.
Antes de que pudiese llegar a la puerta Aaron lo tomó por las caderas. Con un abrazo lo retuvo mientras el otro forcejeaba.
- Daaale. Vos sabés que te quiero. Ahora dame amor.
La palma de Julián impedía que los labios de su mejor amigo llegasen a su mejilla. Pasaron los minutos de dicha forma. El morocho pataleando y el castaño intentando que se desofenda contándole chistes e intentando darle un beso en la mejilla. Una vez que lo hubo logrado soltó al petizo de entre sus brazos.
Julián se secó su cachete con la manga de su buzo mientras hacía cara de asco. Detestaba que lo besasen en una situación así. En otro momento quizás lo negociaría.
- Deja de pasarme tus gérmenes, energúmeno - comentó mientras se limpiaba desesperadamente.
- ¿Por qué? Si los amás.
Revoleó los ojos divertido. No sabía cómo podía amarlo y odiarlo al mismo tiempo.
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Sé que nunca dejaste de brillar.
HumorJulián es un pequeño llorón. Aaron es un chico que va a todo o nada sin que se le mueva siquiera un pelo. Julián es un introvertido. Aaron ni siquiera se fija en qué tipo de personalidad tiene. Les presento al dúo dinámico. Son de esos amigos que s...