➰ Capitulo 7 ➰

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POV'S Will





Quién lo diría, mi primera exploración sexual anal seria con mi parabatai el hombre que jure amor y lealtad eterna aún más de los cuidados que proporciona esa unión.

Preguntándome que había sido de todos estos años donde le miré donde supuse que solo sería una amistad, aunque no quita el hecho que me escabullía incontables veces en su habitación viéndolo dormir o musitar entre dientes cuando estaba soñando, deseando que mi nombre apareciera, pero aquello no pasó, y menos a lo largo de los años.

Ahora ambos tenemos mayoría de edad, pero no quita el hecho que me sienta un adolescente perdido por sus piernas y gemidos, que cada vez me vuelven loco.

Me hacen desearlo de una manera sobre humana, sobre el poder de las runas, y sí, me había nublado del éxtasis que nos conlleva a todo esa.

Mi falo late por si solo teniendo una idea completa a mi mente y corazón, quería arduamente clavarse en ese agujero que mis dedos profanan sin piedad, sin cordura y sobre todo sin alma.

Pero todo callo en la cuenta cuando no vi el trasero que estaba follando con mis dedos, James había desaparecido y el miedo me hizo entrar a la realidad.

Lo había hecho tan fuerte, tan macabro que no solo había profanado ese ano esa pequeña entrada... Ahora había sangre, pequeñas gotas de sangre tanto como en mis dedos que lo tocaron sin piedad y en la entrada de James, claro que al estar arrinconado solo dejó marcas en la cama.

—Jem...— Las palabras realmente no salían de mi boca, la única oportunidad que mantuve de hacer las cosas bien la había arruinado a tal punto de ser un gilipollas.

Mi parabatai seguían sollozando con sus manos en el rostro ocultándome sus lágrimas como siempre lo hicieron, asumiendo que su dolor tiene un nombre... y lamentablemente soy yo.

—James...—Volví a repetir esperando que me perdonara, aunque las probabilidades son muy bajas. —Mi vida... Mírame ¿Sí? —Agregué dejando que mis rodillas rocen el edredón. —Escúchame... Yo, joder la he cagado...

—Si... — Las palabras de James me hicieron abrir los ojos desmesuradamente.

—Estaba tan cegado en el placer... Hueles tan bien, que no hallo cómo controlarme... Es nuevo, y lo peor de todo es que me volví adicto... Eres la droga más deseada en este momento. —Pude ver por el rabillo del ojo que James se sonrojó dándome cuenta de que voy por buen camino, así que tome sus manos y las acune en mi cadera desnuda. —Perdóname James... Lo haré bien... Confía en mí pequeño.

—Yo...— Musito James. — ...Se que puedo confiar en ti... Solo... Ten cuidado, me tienes todo abierto tonto idiota. —El humor de james había cambiado algo que me alegro de inmediato.

Así que sin esperar más atraje su rostro hasta el mío, y con desesperación besé sus labios sintiendo la humedad en ellos, tomando en cuenta que había estado llorando antes que me diera cuenta.

Atrapé minuciosamente el labio inferior de mi pequeño escuchando el gemido, aunque lo hice únicamente para adentrar mi lengua y explorar aún más de él, sintiendo como sus gemidos salían en cada movimiento de nuestras bocas aún más cuando mis manos se sumaron en sus caderas y comencé a marcar un ritmo en el vaivén de mis caderas provocando que nuestros miembros vuelvan a rozarse.

—Will...— Gimió esta vez más alto James notando la dilatación de los orbes grises acompañados del color tan fuerte del carmín en las mejillas de mi chico.

~Heronstairs~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora