Olor a carne

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me mantenía tranquilo, estaba de pie sintiendo la helada piedra en mis plantas, mis brazos aun estaban cansados de la ultima vez, las cadenas se mantuvieron quietas y la noche empezó a llegar, entre los barrotes de la ventana podía ver el atardecer mientras la luz se iba lentamente, llevaba encadenado casi dos días, pero aun así sentía que faltaban pocos para la noche final.

Un hombre entro moviendo la dura puerta de hierro, lo mire con las pocas fuerzas que me quedaban era mi viejo amigo Javier, me dijo -Hoy es la noche- al escuchar eso, supe lo que venia, había perdido la cuenta pero era hoy sin duda, el nunca me mentiría... detrás de el salieron dos sujetos que no conocía, ellos traían a un niño con ellos, estaba desnutrido y tenia miedo, -Lo encontramos en las calles... me duele, me duele el alma como todos los meses... pero prefiero que sea uno a que seamos todos- lo dejo al frente mio, salio y cerro la puerta, el pobre niño temblaba de miedo... recuerdo que antes de perder la conciencia le sonreí amablemente y le dije que todo terminaría rápido, el me miro confundido y me pregunto que pasaría ahora, lo mire por un rato y decidí decirle que nada, solo quería una compañía para la noche, llame a Javier, llego a la puerta y antes de abrirla me pregunto el como me sentía... le dije que faltaba aun, abrió la puerta y se asomo -¿Que pasa?- lo mire amablemente y le dije -Tráele algo de comer al chico para la noche, por favor- me miro... sabia lo que pensaba, era un desperdicio pero era de buena voluntad... pasaron 5 minutos y Javier llego con un pan con carne y un vaso de jugo, se lo dio al niño y el pobre ambiento comió como nunca en su vida, lo mire con lastima... Javier me miro con una cara aterradora y cerro la puerta, pude sentir el correr de mi sangre a mi cabeza, empezó a dolerme el cuerpo y luego.. oscuridad, cuando desperté estaba Javier y los otros dos sujetos limpiando la pieza, Javier me miro y me dijo -Almeno cumpliste lo que prometiste, fue rápido- Al frente mio, el cuerpo del niño aun con el sandwich en la mano con la cabeza a medio comer.

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