I'll be your love taxi(Auryn)

Capítulo 5: {La curiosidad mató al gato...} [Segunda Parte]

{Narra Patri}

La escena que me encontré, no era la que esperaba... Aimar... con Beatrice, mi enemiga número 1, y no justamente como debería estar MI novio, con otra chica que no fuera yo.

-Vaya, Aimar, veo que te lo estás pasando muuy, muy bien-digo con lágrimas en los ojos, pero no. No le daría ese placer.-

-Emm... Patri, amor, déjame explicarte todo- dice nervioso-.

-¡NI AMOR NI MIERDAS! ¿Quién te crees que eres para...-no acabo mi frase cuando Salva, maldito-playboy-engreído, Suay, pasa por aquí.

El tiempo pasa y estoy quedando en ridículo, y lo único que se le ocurre, a mi preciada -pero hueca- mente, es besar a Salva "Playboy", como si no hubiera mañana.

Y el muuy estúpido, me sigue el beso -aunque nunca lo vaya a reconocer, me está salvando la vida.-

-Lo que te decía, que quién te crees que eres para engañarme, que cuando tú vas, yo vengo de allí, cielo- le dije guiñándole un ojo.

Y a todo esto me pregunto: "¿cómo nunca me di cuenta?". O sea, vale, soy tonta, desde pequeña, pero, no enterarme de esto...

-¿Qué? ¿Te he dejado sin palabras?- le respondo a Aimar, viendo que no contesta.

-Uuummm... yo casi que me voy, ¿vienes Tris?- dice.

¡Y ENCIMA TIENE EL PUTO DESCARO DE IRSE ASÍ, Y ENCIMA DECIRLE A LA PUTA ESTA PLÁSTICA QUE SI SE VA CON ÉL!

-Venga, va sí. Vete con él, puta desesperada.- le digo sonriendo a Tris.

Por lo que veo no se da cuenta de lo que le he dicho hasta que yo ya estoy llamando a Playboy, que venga, que necesito hablar con él.

Cuando se van, me habla Salva:

-¿Qué cojones ha sido eso?-me dice, gritando.-

Y ahora a ver que le digo yo...

-Puees... ha sido... ¿la demostración de que me importa una mierda que mi novio, mejor dicho, ex novio, se haya estado acostando con mi enemiga n°1? -esto suena más a pregunta que otra cosa.

Pasan los minutos, y Salva no dice nada. Y yo me pongo aún más nerviosa si es posible. Hasta que de repente, veo que me está rodeando con sus brazos. Me está dando un abrazo. Y yo no hago otra cosa que derrumbarme. Lloro como si no hubiera mañana. Y él está ahí para que yo tenga un hombro en el que llorar. Esto lo valoro mucho. Aquí se nota cuando las personas se preocupan por las personas, aunque nos hayan caído fatal. Y yo me pregunto si yo sería capaz de ayudarle como está haciendo él conmigo. Y juraría que no podría, y esto me hace querer un poquito al condenado Playboy que en realidad es bueno.