Génesis ✺ voltron } au.

1. Primera generación.

Es difícil.

Todo es difícil. Yo vivo al otro lado del mundo, mientras que mis padres viven en mi país natal, Japón. Ambos tienen que hacer un viaje de muchas horas para venir a visitarme. Se que es difícil para ellos afrontar que yo, su único hijo, haya sido diagnosticado con esquizofrenia. ¿Y saben que es lo peor? Que nadie te crea.

«—¡Paciente Shirogane, cálmese por favor!

—¡Juro que no estoy loco, por favor escúchenme! ¡Las voces no me dicen que hacer, no estoy loco! ¡¿Que nadie las oye?!

—¡Doctor Asuana, inyéctele 25 mililitros de morfina!»

Es una mierda. Es una mierda que nadie te crea. Realmente es una mierda. Yo se que no tengo esquizofrenia, y estoy lo suficiente cuerdo para probarlo. Las voces que oigo en mi cabeza no son mías, son voces que nunca había conocido. Tenía miedo al principio.

Tenía miedo de estar loco, de ser diferente.

Pero al final terminé siendo ambas.

A fin de cuentas, descubrí mi don. Esas voces no las crea mi cabeza, porque estoy consciente de eso, y brotaron de la nada misma.

Mi don es la telepatía.

«—Juro que no son alucinaciones. He estado tomando todos los medicamentos que me mandan a tomar, y todo sigue igual. Les juro que es cierto.

—Al parecer te enviaron los equivocados... ¡Doctora Torres, mándele una carta de solicitud de medicamentos al Médico Director!»

Estos medicamentos: los fármacos, los antipsicóticos y toda esa mierda... No funcionan, me tienen harto. Pero de seguro me estarán preguntando como carajos descubrí mi don...

Pues aquí esta la respuesta:

Mis padres se habían separado, y cuando mi novia y yo fuimos a visitar a mis suegros, ambos tuvimos un accidente automovilístico. Yo en ese momento me había desmayado, y gracias a ese accidente, me gané la famosa cicatriz que tengo en mi rostro cruzando sobre el tabique nasal. Resulta que ese momento que estuve inconsciente, realmente estuve en coma tres meses. Cuando desperté, me enteré de que me hicieron una operación por una hemorragia interna que tenía en la superficie de mi lóbulo parietal, y la cirugía fue exitosa. También me notificaron que mi brazo había sido reemplazado con una prótesis cyborg, último en su generación; lo cual no encontraba tan malo. Pero luego vino la peor noticia de todas: mi novia, a quien le había propuesto matrimonio un día antes del accidente, había muerto. Escuchar esas palabras salir de la boca del doctor fueron horribles, devastadoras, destructivas, hirientes.

Era devastador.

Era devastador que después de tres meses de coma, despiertes y te digan que la persona que más amas esta muerta. Era devastador perder un brazo, era devastador que iba a contarles a sus padres que iba a casarme con ella y ahora no esta, era devastador decirles la verdad.

Y ahí, empecé a escuchar las voces.

Eran tantas, demasiadas, de cualquier sexo, idioma, dialecto y tonalidades. Muchas veces, me desmayaba por los dolores... Me sofocaban. A veces pensaba que el impacto del choque me afectó el cerebro.

Le había contado a mis padres sobre esto, y ahora me arrepiento completamente. ¿Cómo carajos iba a salir de esto? Me obligaron a hacerme estudios con neurólogos, psicólogos, psicopedagogos, psiquiatras, y cualquier otro tipo de expertos. Y su diagnóstico fue: esquizofrenia de tipo paranoide. Y gracias a ese diagnóstico, me transladaron al Hospital Psiquiátrico Greystone Park, a aproximadamente 35 millas de Nueva York.

Por alguna razón, en ese momento supe que no la tenía. No sabía el porqué exactamente, o no tenía la evidencia necesaria para justificar que no era esquizofrénico... Pero al ver que las pastillas y demás fármacos no surtían efecto, lo supe en ese momento. En ese preciso momento, supe que no era esquizofrénico.

Era un telepata.

Las mentes de las personas, cuerdad y retorcidas, cerradas y abiertas, de pensamientos oscuros o felices; cada una de ellas única en el mundo. Era realmente fascinante saber que tenía, siempre supe que algo de mi no era normal.

Pero quiero saber cuando surgió eso. Si nací así, o no; siempre estoy buscando respuestas.

Pero finalmente, finalmente este día logre escapar.

Mi cabello: largo, oscuro y grasoso, ahora se encontraba en un corte bastante peculiar... Y un mechón teñido de blanco reposaba sobre mi frente, rozando mi nariz, y rapado hacia los costados, de forma "Undercut".

Ahora quizás sea el loco más buscado en mi país, pero aunque me persigan, seguiré corriendo.

Soy Takashi Shirogane, tengo 25 años, mi próximo paradero es Texas.

¿Y mi propósito? Mi propósito, mi objetivo: estoy buscando a las personas con mi misma "Génesis".

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Fecha de publicación: 5 de Noviembre del 2017.