Capitulo 3

160 24 0
                                    

Beacon Hills High tenía algo que aterrorizaba a Malia hasta la muerte, mucho más que Eichen House para ser honestos. Los largos pasillos, las miradas punzantes de los estudiantes que parecí­an saber todos y cada uno de tus secretos. Ella se había vuelto una experta en ignorarlos o más bien, a no darles importancia, pero habí­a algo distinto en ese momento, Malia se sentía observada como en el sentido de una película de terror, observada.

Los latidos de su corazón comenzaron a ser cada vez más rápidos, sus garras y colmillos iban apareciendo, ella trataba de calmarse mientras respiraba profundamente pero los ojos de todos a su alrededor la poní­an nerviosa.

"Vamos, Malia. Son sólo tres meses más" se dijo para sus adentros. Cerró los ojos, inhalo y exhalo profundamente y camino hacía su casillero. Sacó los libros que iba a necesitar en el día y guardo los demás, la sensación volvío otra vez ¿es qué la gente no tenía nada más importante que hacer que quedarsele mirando? Malia volteo a cabeza y vió a Hayden que la saludaba, esta le sonrío en respuesta. Tal vez si estaba siendo paranoica.

A lo lejos escucho sus voces, y el deseo de salir corriendo de allí se apodero de su cuerpo, cerró su casillero pero antes de que pudiera dar un paso alguien la tomo del brazo y le hizo dar media vuelta.

-¡Al fin te encontramos!- exclamó Scott soltandola de su agarre, Malia le sonrío.

-Estaba yendo a Arte en este momento ¿qué tal si nos vemos en el almuerzo?- dijo rápidamente tratando de mantener su vista en Scott y no en la pareja detrás suyo que no paraba de besuquearse.

-Esta bien, sólo quería saber si quieres venir a la fiesta que Stiles y yo estamos organizando, después de todo lo que paso pensamos que sería bueno vivir como adolescentes normales al menos una vez antes de graduarnos- Malia torsió el labio y abrió la boca para contestarle pero Stiles la interrumpió.

-¿Ahora a quién estas invitando Scotty?- se quejó el castaño abrazando a Lydia por la cintura.

-A Malia- respondió el alfa sonriente.

-¿Quién?- volvió a preguntar fijando su vista en ella y cuando sus ojos encontraron los de la coyote se sorprendió. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que él le había prestado atención, aunque fuera por tan solo un momento.

A Malia le dolió eso, los Ghost Riders ni siquiera la habían tomado y aún así el la había olvidado.

-No iré- empezó centrando sus ojos en el Alfa que la miraba con el ceño fruncido -tengo planes- añadió para después dar la vuelta e ir a su salón. El Alfa supo que mentía pero se lo dejó pasar.

Después de que Malia había desaparecido por completo, Scott se giró y miró a su amigo como si fuera un desconocido, desde que él había regresado no actuaba como si mismo. Era distante, siempre ocupado yendo a lugares con Lydia y cada vez que hablaban no pasaba un minuto sin que él no mencionara el nombre de la rubia fresa, era como si su obsesión por ella le hubiera pegado más fuerte de lo que había sido hace unos años. Aún peor era que actuara como sí Malia no existiera.

Lydia no estaba mucho mejor que Stiles, sino que había vuelto a ser la misma que fue antes de haber sido amigos, antes de haber conocido a Allison, sólo que ahora actuaba también como si ella no pudiera hacer nada por si misma. Siempre era Stiles el que tenía que hacer todo por ella. Scott estaba feliz con que ambos sean felices, pero no acuestas de cambiar toda su personalidad o de que lastimaran a la coyote. Y ahora que todo había cambiado, el no sabía que hacer.

--------------------------

Isaac observó todo a la distancía sintiendo las emociones de cada uno de ellos, y casi vomitó al ver a Stiles con Lydia. Cuando Malia se alejo de ellos el decidió seguirla, después de todo era a ella a quién el quería acercarse.

Se adentró al salón de Arte y sentó a un par de metros de ella, antes de conocerla el tenía que estar seguro de que podía confiarle la vida de su amigo y de que ella no se atrevería a hacer lo mismo que el tal Theo.

Malia trazaba lineas en la hoja haciendo todo lo que podía para que tuviera la forma de cualquier objeto real, ya estaba harta de que Mrs. Lewis la felicitara por sus obras abstractas, ella quería algo normal en su vida pero parecía como si el mundo siempre se ponía en su contra arruinando todos sus planes, incluso los más sencillos. Malia sintió una respiración cerca de ella y de un bufido se giro a mirarlo.

-¿Qué quieres Theo?- dijo cortante, arrancándole las entrañas mentalmente.

-¿Aún estas enfadada por haberte disparado?- preguntó sonriente -¿Cuantas veces tengo que decir que lo lamento?- se burló después.

Malia ya lo había asesinado en su mente más de cuatro veces, todas de maneras distintas.

-Lo único que tiene que pasar para que te perdone, es ser asesinado de la misma manera en la que tu mataste a Scott-.

-¿Entonces tengo que encontrar a alguien que separe a mi manada y nos ponga a mi mejor amigo y a mi en contra, para que luego esa persona me mate?- dijo arrogante, Malia gruño -Hay un par de problemas con eso ¿sabes? Ya no tengo una manada, mucho menos un mejor amigo-

-Si no cierras la boca, juró que te voy a arrancar la lengua- lo amenazó con los puños cerrados.

-A decir verdad, no se por que estas enojada conmigo, a pesar de todo yo cumplí mi parte del trato. Yo te lleve con tu mamá-.

Malia respiró profundamente, las ansias de partirle la cara se volvían cada vez más intensas y el hecho de que tocará el asunto de su madre no lo hacía más fácil para ella el tener que calmarse.

-Yo diría que tendrías que ser super buena conmigo, porque después de todo, yo se tu secreto-.

Isaac prestaba toda su atención a la conversación entre el quimera y la coyote, y por más de que el quisiera saltarle encima por haber matado a Scott dejo que su curiosidad lo calmara y guiara a la pregunta que en este momento penetraba su cabeza, ¿qué era lo que el sabía de ella que los demás no?

Los ojos de la coyote brillaron en ese intenso azul que jamás terminaba de recordarle lo que había hecho. Isaac escuchó como su corazón saltaba en su pecho y la furia se apoderaba de ella, bajo su vista hacia sus puños de los cuales goteaban sangre, y fue en ese entonces cuando lo entendió.

Malia se levantó de un salto y salió del salón sin importarle lo que Mrs. Lewis le habia dicho, dejando su bolso atrás. Isaac clavó su ojos en Theo como si tuviera ametralladoras en estos. El quimera lo miró con el ceño fruncido restandole importancia a su presencia aún así preguntándose mentalmente quién era.

Malia caminó rápido hacia al vestuario rogando con todas sus fuerzas que estuviera vacío. Se adentro en el de un salto y dejo caer en el suelo, sentir de nuevo sus patas y pelaje fue un sensación que creyó que no iba a volver sentir desde que Scott la trajo de vuelta. La puerta se abrió de golpe y Malia se escondió detrás de la ultima hilera de casilleros.

Malia & Isaac | MalisaacDonde viven las historias. Descúbrelo ahora