Capitulo 2

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Más tarde esa noche, Isaac se encontraba recostado en su antigua habitación en el loft de Derek. El le había permitido vivir allí­ después de que éste lo volvió loco con tantas plegarias. Isaac no querí­a volver a vivir con Scott, no podí­a en realidad.

Stiles estaba en lo cierto cuando le dijo a Malia que había abandonado a la manada, el no fue el único que perdió a Allison esa noche, eso lo tenía bien seguro, pero ella fue una de las únicas personas que amaba, y si él se quedaba allí y veía morir a Scott o Melissa no iba a sobrevivir sin volverse Peter en el camino. Pero al enterarse de lo que paso en Beacon Hills no mucho tiempo atrás su mente cambio por competo. Las cosas no sólo se habían complicado para la manada, sino que también empeoraron. Scott murió, y aunque no fue por mucho tiempo, eso fue lo que impulso a Isaac a regresar. No importaba que el no estuviera muerto en el presente, pero la idea de que casi lo pudo haber perdido y el no estuvo allí para evitarlo, lo aniquiló.

Lo que ahora lo tenía en las nubes fue su encuentro con Malia, jamás tuvieron la oportunidad de hablar antes de esta noche, aún así el nunca pudo sacársela de la cabeza. La veía como se veía así mismo. Sola en medio de un mundo que todavía no terminaba de entender. El jamás se sentiría completamente cómodo con lo sobrenatural y ella jamás se acostumbraría a ser humana, al menos no del todo. Su mente lo transporto al bosque con ella mirándolo a una distancia estratégicamente elegida, Malia no confiaba en él, eso lo tenía por seguro, aunque Isaac no pensaba que era porque su instinto no la dejaba.

Habí­a una razón detrás de todo ello y Isaac querí­a descubrirlo, pues Malia lo tenía completamente intrigado. Lo único que lo alejaba de ella era la manada.

No podí­a volver con ellos, no después de lo que había hecho. Se sentí­a culpable no sólo de haberlos abandonado sino de la muerte de la cazadora. Ella lo había salvado pero murió por ello. Una parte de Isaac había muerto aquella noche junto a Allison, Isaac no tení­a idea de que era pero podía sentir el vací­o en su pecho. Algo le faltaba. Tal vez era Allison en sí, tal vez era lo que la culpa lo hacía sentir, pero ese sentimiento no era nuevo para él. Isaac también se culpaba por la muerte de su padre. Si bien él no había sido el padre del año, o del siglo para ser un poco más precisos, Isaac lo amaba y extrañaba.

Isaac cerró los ojos y se dejo ahogar en los recuerdos de la cazadora hasta caer completamente dormido.

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El despertador dio las ocho de la mañana y chilló en el oído de la coyote. Malia somnolienta estiró el brazo para apagar el maldito despertador pero sin importar cuanto ella lo intentara no se apagaba, entonces lo tiró al suelo haciéndolo pedazos. La puerta de su habitación se abrió dejando ver a su padre adoptivo.

-Buenos días, Mal- dijo este mirando a la bola que se encontraba debajo de las sabanas, luego miró a los pedazos en el suelo -este es el décimo despertador que rompes, cariño- agregó acercándose a levantar cada uno de los pedazos -aún sigo sin saber de donde sacas tanta fuerza-

-Tengo mucha energía acumulada- contestó esta destapándose la cabeza, desordenando su cabello por completo. El Sr. Tate sonrió ampliamente

-Bueno es mejor que te vayas levantando, no querrás llegar tarde-.

-¿Sabes qué? Estoy bien- respondió volviéndose a cubrir la cabeza con las mantas.

-Vamos, Mal. ¿Por qué no quieres ir?- pregunto preocupado. Malia suspiro y dijo:

-No es nada, no pude dormir bien anoche. Eso es todo- contestó agradeciendo en su cabeza de que su padre fuera un simple humano.

-¿Y qué hace anoche diferente a todas las noches anteriores? Malia, llevas sin dormir bien desde que dejaste de vivir con los Stilinski, ¿acaso es por Stiles? Porque si es así tu sabes que él y yo podemos tener una linda charla... junto con mi arma- Malia rió

-No es Stiles. Lo prometo-.

-Ok, entonces no veo el problema-.

-Es que... no es nada, sólo estoy siendo paranoica. Hay un examen de matemáticas acercándose y estoy completamente asustada- explico, en parte era mentira, en parte era verdad.

-Entiendo, pero Lydia sigue ayudándote con eso ¿verdad?-

-Si- mintió, después de que Stiles regresó la rubia fresa parecía no tener tiempo para ella y apesar de que Malia estuviera enojada con la banshee, la extrañaba.

-Entonces no tienes nada que temer- le sonrí­e dulcemente -ahora levántate, prepárate y baja a desayunar porque no hay ninguna manera de que no vayas a la escuela hoy-

Malia musito un silencioso "esta bien", por dentro ella tenía los nervios de punta, si bien el examen la estaba volviendo loca lo que más la preocupaba en el momento era como iba a hacer ella para esconder el hecho de que no podía controlar sus transformaciones.

Malia & Isaac | MalisaacDonde viven las historias. Descúbrelo ahora