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Cuando se conocieron Lucy pensó que Erza era alguien que daba mucho miedo, una persona con quien no podría llevarse bien. La maga de clase S pasaba la mayor parte de su tiempo regañando a todos y derrotando a sus oponentes con un solo golpe, que probablemente habría matado a la rubia. Lucy tuvo mucho más fácil llevarse con las otras chicas del gremio como Levy, Lisanna, Mirajane, Galatea Clasmantina y hasta con Hisume.
La mayoría de las veces que ambas tenían una misión Natsu, Gray y Happy las acompañaban por lo cual no tenían la necesidad de hablar, sin embargo, hubo varias ocasiones en que las dos mujeres estaban solas. Lucy había resultado ser muy callada con la pelirroja en aquellas misiones de varios días. Erza no dijo demasiado y parecía tan decidida como Lucy en lograr el objetivo de la misión. Por supuesto, con el paso del tiempo, Lucy se aburría y ella finalmente iniciaba una conversación con su acompañante.
Erza resultó ser mucho más agradable de lo que parecía, en realidad, había sido un poco tímida con Lucy al principio, de ahí que no hablara mucho con ella. Ambas se hicieron amigas rápidamente.
Durante mucho tiempo su relación se mantuvo en el nivel de la amistad. En Fairy Tail pasaron por muchas aventuras juntas, particularmente junto al resto del equipo. Desafiando a Phantom Lord, luchando con Jellal en la Torre del Cielo, participando en los Grandes Juegos Mágicos, y luchando contra Oración Seis. Todos esos eventos y más habían solidificado los inquebrantables lazos de amistad del grupo. Lucy pasó cada vez más tiempo al lado de Erza, las dos chicas se hicieron casi inseparables. Levy tenía una profunda envidia por la pelirroja, pero nunca dijo nada de esos sentimientos. Ella fue, sin embargo, la primera en comenzar el rumor de que Lucy y Erza podrían estar saliendo. Muy pronto todos en el gremio estaban esperando pacientemente a que las dos magas salieran del armario. No es que se lo dijeran a sus rostros; Erza los habría golpeado.
Lucy había comenzado a sentirse diferente respecto a Erza hace mucho tiempo, pero no fue hasta la supuesta muerte de Erza en la Torre del Cielo que se dio cuenta. Ella se había horrorizado ante la idea de perderla, era más que perder a una buena amiga, era como perder una parte esencial de su vida. Y cuando vio a Erza viva en los brazos de Natsu, la rubia había sentido tanto alivio y alegría que estaba eufórica. Supo desde ese momento que no quería perder a Erza, sin embargo, ella sentía miedo de sus sentimientos. Lucy no se había sentido atraída por otra mujer en este punto. No sabía cómo manejarlo. Necesitaba decirle a Erza, y pronto. Intentó insinuarlo durante los días siguientes.
Erza siempre se había sentido atraída por las mujeres, especialmente Lucy, desde el momento en que se conocieron. Por eso se ponía tan nerviosa cuando hablaba con ella. Ella mantuvo sus deseos en el bajo y comenzó a hacerse la idea de tener a Lucy sólo como una gran amiga y no como un potencial interés amoroso.
Todo esto cambió cuando Lucy procedió a besar a su mejor amiga en los labios una noche en su habitación. Lucy no pudo contenerse más, tenía que hacerlo. Erza a pesar de su sorpresa se dejó llevar por el beso, estaba tan feliz de que las cosas resultarán de esta manera. Cuando se separaron para respirar, Lucy admitió su amor por Erza.
La mayor parte del tiempo actuaban como lo hacían unas amigas, excepto que, con besos, más intimidad, y la ventaja añadida de poder dormir juntas. Era de noche cuando las amantes pasaban la mayor parte del tiempo abrazadas.
Ambas eran personas totalmente diferentes, apenas y compartían intereses. Eran como la noche y el día, el sol y la luna, sin embargo, su amor resistió esa prueba como una pared. Nunca se movió una pulgada. Lucy quería quedarse con Erza para siempre y Erza quería quedarse con Lucy para siempre.
Esos sentimientos crecieron aún más el día de su boda.
