Hechizo Mortal - Hetalia Mochi x Lectora [Hiatus]

Mochis

Konishiwaa... *Aparece arrastrándose a duras penas* Estoy agotada de tanto estudio, ¡Matemáticas las odio! ;0; al menos ahora me toca leer sobre parte de la biografía de este Chile mocho *3* y aprender más de su cultura y demografía.

Pensaba en subir esto el lunes, pero ¿Por qué no ahora?

¡Capitulo 2 yo te elijo! *Lanza una pelota saltarina imaginando que es una pokebola(?)*

...A si que ya saben niños, si no quieren terminar como yo, no abusen del manjar(?) (<---Andaba poco creativa)

Disclaimer: Hetalia le pertenece al awesome HimaPapa y él se pertenece a sí mismo. La lectora se pertenece a sí misma, a su padre, a su país, y desde ahora en adelante a...¡Descubrámoslo!

Advertencia: Am....No se me ocurre ninguna ahora xD

Ahora si, pasen a leer con confianza :3

Chapter 02:

"Mochis"

-Zhè shangháile wo!! (¡Eso me dolió!) -Voceo la criatura dueña de la cola de caballo.

Tú estabas hay mirándolos, aún de espaldas, con el brazo extendido - ¿Se shanguail guo? -Repetiste lentamente pronunciando mal, pestañeaste reparando la situación en la que te encontrabas dejando que el pánico se apoderara de ti liberaste un grito que hasta tú padre lograría oír y sin pensarlo aventaste a la criatura repetidas veces contra el suelo, como estaban afirmándose los unos a los otros se creó una especie de cadena siendo todos aporreados contra el piso de la alcoba, cuando la voz ya no te salió los soltaste parándote de un respingo sobre la cama tomando lo primero que agarraste, un oso de felpa llamado Sr. Apapacho para que sacrificara su fino pelaje en tú defensa mientras huías por tu vida, aunque era un buen plan no fue necesario, pues los extraños seres estaban aturdidos; algo que dedujiste por los espirales en sus ojos, les lanzaste un pinche (hebilla), un brillo labial, un par de almohadas peludas una con forma de corazón y otra de estrella, hasta al Sr. Apapacho y nada, no reaccionaban -Oye cosa mu-muévete... -Pediste asustada sin conseguir respuesta , tragaste saliva bajando del colchón para hincarte manteniendo distancia picando a la extraña criatura con un lápiz, parecía no haber caso ¿Qué más podías hacer? ¿Esperar a que despertará? No era buena opción si no sabías si eran peligrosos o no, ni siquiera tenías claro si era uno o varios seres. Te levantaste escrutándolo unos segundos hasta que divisaste como uno o una parte se movía un poco, estaban despertando, tomaste el teléfono inalámbrico marcando frenética <<Por favor Casiopea, responde>> Suplicaste imaginando le botón "Deséame suerte" de google pero la esperanza solo te condujo al buzón de mensajes <<Ah...Claro, ella está...>> sacudiste la cabeza para concentrarte introduciendo otros dígitos.

- ¿Diga?

- ¡¡HIMARUYA!! -Lloriqueaste por escucharlo, ya no estabas sola.

- ¿Qué quieres ahora? -Respondió furibundo.

-¡¡Ven, estoy sola y necesito ayuda...

-Por favor no me digas que se te está quemando la casa...-Resopló agotado.

-¡¡NO!! ¡¡Ven no puedo con esto esta vez en serio no sé qué hacer...

-Escúchame (tú nombre) ahora no tengo tiempo para encargarme de tus problemas, así que está vez arréglatelas por tú cuenta, nos vemos -El fatídico repiqueteó del teléfono te indicaba que estabas tristemente sola, es cierto que cuando él estudiada lo mejor es dejarlo en paz, pero eso no cambiaba el hecho de que necesitaras compañía o por lo menos una opinión.

Te sentaste en el piso con la vista clavada en la pared absorta en tu tragedia interna, tus amigos no estaban, no tenía hermanos, primos o algún pariente de cualquier tipo, los vecinos eran ancianos amargados, con tú madre no hablabas hace años y tú padre de seguro iba en un avión rumbo a Virginia.