–Un chocolate caliente para el joven y un tazón de croquetas para la señorita. –Habló la dependienta de la cafetería colocando el plato con comida de perro para Dona mientras él tomaba de su delicioso chocolate caliente.
El frío era horrible y no había nada mejor que estar en una cafetería llena de perros junto a su hermosa Dona, esto era el paraíso aunque sin sus dulces. Con el chocolate se sentía bien de todas maneras.
Miraba a su alrededor notando como en algunas mesas también habían personas con sus perros u otras personas con los perros que vivían en la tienda. Era realmente acogedor todo el sitio, lo era para los amantes de animales, perros para ser exacto.
Su mirada fija en el chocolate oyó como la puerta del lugar era abierta y como la campana de llegada de una nueva persona resonaba en el lugar. Jimin no le prestó ni una pizca de atencion. Eso hasta que vio como alguien pasaba por su lado con un pequeño perro color café o caramelo... No sabía muy bien el color pero aquella bola de pelos era hermosa.
Levanto su mirada para ver al dueño del pequeño animal encontrándose con un chico de ojos gatunos que se había sentado en la mesa de al lado y junto a él el pequeño perro. Su atención ya no estaba en el perro, estaba en la persona y como se vergonzó de saber quien era dirigiendo de inmediato su mirada hacia su chocolate para beber de esta y que el chico lindo de al lado no lo notara.
–¿Qué desea ordenar? –Oyó como la dependienta le hablaba.
–Un café cargado y unas galletas de almendras por favor. –Esa voz.
Era demasiado gruesa y sexy para el bien de Jimin. Estaba que volteaba a ver al chico sexy pero algo lo detenía. No quería que el chico lo cogiera viéndolo, sería raro. Más si era un chico gordo el que lo miraba.
O eso pensó Jimin hasta que levantó su mirada al chico y se dio cuenta que éste ya lo estaba viendo con una sonrisa que mostraba sus encías que a su ver, adornaba demasiado bien su rostro.
–Eres el chico del parque ¿Verdad? –Jimin no sabía que decir, su voz había desaparecido en un chasquido. Su garganta no queria producir ninguna palabra y para medio remediarlo simplemente asintió. –Sabía que lo eras. Te debía un helado ¿Recuerdas? Pero hace demasiado frío... ¿Que tal si te invito a una rebanada de pastel de fresa?
No. Jimin no quería que lo invitara a eso. No quería que un chico lindo lo viera comer algo dulce y más con su sobre peso. Temía a que aquél chico lo mirara raro porque era el único chico que le había hablando en meses y la verdad no quería que se llevara una mala impresión.
Y por eso negó a su propuesta, tal vez se descortés pero no se arriesgaría a que lo viera más feo y gordo de lo que era.
–No, está bien. Gracias. –Respondió con timidez.
–Oh... Está bien. –Asintió el joven para después dirigir su mirada al frente y Jimin pensó que tal vez no le volvería a hablar y más aún cuando no tenía el porqué hacerlo. –¿Está ocupado éste lugar? –Pregunto el chico levantándose de su lugar para dirigirse a su mesa y sorprendiéndole de sobre manera.
Negó rápidamente como respuesta.
–¿Puedo tomar el lugar?
–Si.
Y vio como el chico se sentaba frente a él con una enorme sonria mientras extendía su mano hacia él.
–Soy Yoongi ¿Y tú?
–Jimin.
Habló de manera nerviosa hacia el chico.
Se había presentado a un chico lindo y lo mejor de todo es que el chico lindo no lo miró de manera rara ni nada por el estilo y eso hizo que por primera vez en mucho se sintiera cómodo con una persona.
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Sugar | YoonMin
FanfictionTortas, pasteles, dulces... ¿Algo más? ¿Amor tal vez? →Contenido homosexual. →Capítulos cortos. →Historia corta. →Actualizaciones lentas. Prohibida su copia o adaptación sin autorización.