Sugar | YoonMin

06

-¡Dona! -Gritó Jimin corriendo tras su cachorra que no dejaba de correr por el parque tras las palomas que se posaban en el sucio piso.

Su estado físico de verdad era malo y más con sua kilos de más. No podía seguir corriendo de esa manera intentando retener a Dona. Ya empezaba a sentir el sabor metálico en si boca y como su corazón chocaba contra su garganta queriendo salir desbocado por un merecido descanso.

Aún así, Jimin, siguió intentando cojerla pero su cachorra escapada cuando lo miraba tan cerca. Se le estaba burlando. Ella parecía decirle ¡Gordito, no me atrapas!

Y Jimin estaba muriendo.

Sintió que no podía más cuando un grito llamó su atención y la de Dona cuando un chico rubio gritó por ella.

Dona salió corriendo hacia él mientra movía su cola de manera alocada.

-Traidora. -murmuró Jimin al ver como corría directo a Yoongi.

El chico de cabellos rubio iba vestido se manera casual con una sudadera completamente negra, muy grande, unos jeans ajustados y rotos y unas vans en vota  negras.  Aún así a los ojos de Jimin se miraba realmente atractivo.

También notó que iba tamado de la mano con una chica bastante bonita. Ella llevaba una falda roja que le llegaba a la mitad del muslo con una camisa blanca y encima una caqueta negra de cuero reposaba sobre sus hombros. Su cabello era corto, por los hombros y su rostro estaba adornado por un suave maquillaje que la hacía ver demasiado linda.

-¡Dona! Chica mala. -Se quejó el gordito llegando directamente a su cachorra intentando ignorar a la pareja.

Le puso la correa al collar para así tener bien asegurada a la pequeña bola de pelos.

-Hey, Jimin. -Habló el rubio.

-Eh... Hola, Yoongi. -Murmuró haciendo una leve reverencia ante el. -Gracias por... Por distraer a Dona. No podía atraparla.

-No importa. Es una cachorra aún.

El momento se tornó un poco incómodo y más cuando la chica al lado del alto rubio gruño un poco haciendo que Yoongi reaccionara al instante.

-Ah... Umm, Jimin, ella es Suran, mi novia.

Jimin solo le hizo una leve reverencia y la chica llamada Suran lo vio con algo de burla haciendo sentir un poco mal al gordito.

-Un gustó. -Habló él.

-Si. Igual. -Musitó ella de mala manera. -Bien, amor, debemos irnos ahora.

-Si, es cierto. Adiós Jimin. -Se despidió el rubio de él.

La chica solo lo miró de mala manera y se fue moviendo sus caderas.

Ella era realmente bonita.

Y Jimin... Jimin pensó que él de verdad era un chico desagradable y feo a parte de gordo.

-Dime, Dona ¿Por qué sigues soportando a tu gordo dueño? -Comentó.

La cachorra parecio sonreirle mientras batía su cola.

Ella si lo quería.