Sueños prohibidos

Capítulo I

Narra Jessica

Ese día por la mañana desperté nerviosa, era mi primer día de clases, no sabía qué esperar de mis nuevos compañeros y menos aún de mis nuevos maestros.
Eran las 6 con 45 de la mañana, ¡rayos! Llegaría tarde a mi primer día de escuela. Rápidamente me vestí y bajé corriendo a desayunar para después salir a paso rápido de la casa.
Llegué a la entrada de la escuela, mis piernas temblaban, no sabía si era por el frío o por los nervios que tenía, creo que era una combinación.

Bueno, llegó el momento -dije.

Entré a la escuela, estaba pérdida, no sabía dónde estaba mi salón, hasta que me junté con un grupo de chicas que también eran de mi grupo, y así, juntas llegamos al bendito salón después de 15 largos minutos.
El salón era una combinación de azul y blanco. Ya había 10 personas sentadas, me puse nerviosa al entrar.
Mi primera clase fue matemáticas, con lo mal que me fue en ésta el año pasado, este año esperaba dar lo mejor de mí.
De ahí siguió español, historia y química, en ese orden. La maestra de química, me agradó, parecía muy alegre, por lo que espero tener buenas calificaciones en esa materia. Hasta que llegó la última clase, la tan ansiosa clase de cívica, ansiosa ya que había rumores de que el profesor era muy apuesto.
Eran las dos en punto cuando entró ese perfecto hombre al salón.

Narra Jimin

Al entrar al salón de clases ya esperaba que todas las chicas me observaran, era algo normal para mí, sin embargo, yo sólo me fijé en una chica.

Buenas tardes. Me presentó, soy su maestro de cívica Park Jimin –dije al llegar– saquen su libro en la página 7.

Al sacar todos su libro, volví a fijar la mirada en ella, fue una mirada demasiado obvia, tanto, que se percató de ella. Era una chica con rasgos delicados, de tez bronceada con una sonrisa extremadamente hermosa, su cabello caía a la mitad de su espalda, no sabía que pensar de ella, me encantó desde el primer momento. Pero no podía hacer nada al respecto, no era bien visto que tuviera una relación con una alumna. 

Narra Jessica

Sin palabras. Nunca había visto un hombre tan apuesto como él. Sus labios eran demasiado gruesos, como me gustaban a mí. Con sólo verlo, sentía algo dentro de mí.
Pero no podía hacer nada al respecto, no era bien visto que un alumno tuviera una relación con un profesor, pero aún así no podía sacarlo de mi mente.
Pasé toda la clase observándolo sin que él lo notara. Estaba tan distraída que él llegó y puso una mano sobre mi asiento.

¿Ya terminó, señorita? –dijo el profesor.

No –le respondí sintiendo algo de nervios.

La espero al final de la clase –dijo molesto.