Sueños prohibidos

Capítulo V

Narra Jimin

No tenía más remedio que hacer que entrara, hacía un gran frío afuera, perecía que iba a nevar, a si que la pase.

Pasa pasa–dije algo tímido por mi forma de vestir o mas bien mi forma de no vestir. Jessica pasó y subí corriendo a ponerme lo que encontrara.

Narra Jessica

Era una casa muy linda, espaciosa y ordenada, lo vi subir como rayo a su habitación, tenía solo una toalla alrededor de su cintura, me sonrojé y solté una sonrisa.
Esperé 4 minutos, en ese tiempo ensaye una y otra vez como decirle lo sucedido.

¿Ahora sí puedes decirme que ocurre?, ¿Qué es tan importante para vengas tan inesperadamente? –pregunto muy extrañado.

Hice algo muy malo –tragué saliva– pero no quiero que lo mal intérprete,
Acababa de leer el reglamento escolar y decía que los profesores por ningún motivo podían tener relaciones amorosas con los alumnos, ese mismo día vi que us..... –me interrumpió

¡¿Que viste!?–.preguntó algo molesto.

En ese momento se acercó a mí, me puse algo nerviosa.

¿Qué fue lo que viste? –. Volvió a preguntar más cerca de mi, me hice hacia atrás pero el sillón no me dejó más espacio, pensé en ser golpeada y echada de su casa de una manera muy violenta, mi respiración se agitó.

Vi que usted subió a una chica a su auto, entonces fui con el director....–volvió a interrumpir.

¿Qué fue lo que hiciste?–. Preguntó aún más cerca de mi, sus ojos marrones oscuro me ponían nerviosa.

Tomé un respiró y contesté–. Por mí culpa usted fue reprendido, pero por favor discúlpeme no sabía que era su sobrina. Nuestros cuerpos estaban muy juntos, podía sentir su calor, me miró directamente a los ojos y preguntó.

¿Enserio me acusaste por las reglas,  o hay algo más? –pregunto seriamente, mi corazón palpitaba demasiado rápido.

Yo... Yo no sé a qué se refiere.

¿Sientes algo por mí? –preguntó con una risa juguetona y aún enfrente de mi. En es momento mi cara se puso roja, lo evadí con gran fuerza y caminé hacia la puerta.

Es todo lo que tenía que decirle, hasta mañana y gracias por su tiempo y de nuevo, perdón –. Conteste a su pregunta. Al abrir la puerta note que estaba comenzando una gran tormenta.

Agggg! Lo que me faltaba–. Exclamé.

–Sentí que me tomó de los hombros– Creo que no es una buena idea salir ahora, no queremos que te resfries, mientras haré la comida.

No sabía que pensar, estaba a solas con él en su casa.