Pokémon HighSchool (En Reedición)

Prólogo

En vista de cómo el tiempo se iba agotando y con ello nuestras opciones, apenas lograr alcanzar la torre subiría en un impulso desenfrenado hasta dar con el último escalón pese a ser aparentemente interminables, esperando poder hacer algo para poder ganar el tiempo suficiente para permitirles alcanzarnos, buscando terminar éste conflicto tras haber atravesado tantas adversidades para llegar hasta aquí, no podía darme por vencido viendo cómo mis camaradas estaban dándolo todo para ganar esta pequeña oportunidad. Por favor dame tu fuerza Arceus, ya hemos perdido mucho y me voy quedando sin ideas, sí no podemos mantenerlo a raya todo habrá sido en vano.

¡Esto se acaba aquí y ahora!

Exclamó buscando darme valor tras finalmente haber alcanzado al responsable de tal calamidad, quien admiraba el escenario bajo nosotros como sí fuera un espectáculo para su deleite, quién se daría media vuelta para congelarme con aquellos ojos muertos haciéndome perder la poca valentía reunida, inmediatamente me desafiaría con un pequeño ademán para acercarme a él, manteniéndome paralizado contra todo pronóstico mientras me tomaba del cuello para obligarme a mirar los resultados de nuestra contienda conforme monologaba reflexivo.

¿Y qué piensas hacer ahora? Tú estás sólo; es imposible que puedas detener el progreso de siglos, ya han esperado demasiado tiempo para restablecer el antiguo orden y nada podrá frenarlo sin importar cuantos esfuerzos pongas en ello. Tan sólo míralos.

Tras este comentario mí oponente apuntó al horizonte para revelarme la batalla que se desarrollaba por debajo de nosotros mientras me tomaba desprevenido, haciendo nuevamente un simple ademán con el cual me arrojaría contra la pared y terminaría estrellándome contra el suelo, quise levantarme y contraatacar, pero fue más astuto, le bastó su mente para estrangularme con un gesto en mano apenas moverme. Dificultándome pensar en una respuesta apropiada cuando el oxígeno empezó a carecer en mi cerebro junto con la pérdida de fuerza en mis extremidades.

Mira cómo se destruyen entre sí estos seres mundanos, ambos supimos todo el tiempo que todo terminaría así por el bien mayor. Y aun así decidieron provocar todo este caos por seguir los deseos de un necio incapaz de ver su error. Pero te daré una última oportunidad de que te unas a mí; no es demasiado tarde para redimirte pese a las osadías cometidas en tu pasado.

Tras estas palabras me dejó libre dejándome caer con fuerza al suelo para permitirme respirar nuevamente, llevándome a tomar grandes bocanadas desesperadas conforme intentaba procesar sus palabras y recuperarme en el proceso, con todo lo que ha sucedido recientemente me costaba decir qué tanto era verdad y dónde intentaba manipularme, pero no podía darme el lujo de pensar en ello sí mi compañía seguía batallando por estos valiosos segundos, acto seguido usaría toda mi fuerza para ponerme de pie murmurando débilmente.

Quiero creer en tus palabras y aceptar esa oferta. Pero tú y yo tenemos visiones diferentes acerca de este mundo, incluso si fuéramos iguales, no puedo pasar de largo tus crímenes, mucho menos los míos.

Conforme estas palabras salían de mi boca hice el esfuerzo para ponerme en guardia mientras me aferraba a mis cucharas como sí mis manos dependieran de ello, no sabía cómo lo haría, pero sí era imposible vencerlo  debería buscar la forma de llevarlo conmigo para que ambos perdamos y poder mantenerlos a salvo, los resultados eran inciertos, pero después de presenciar todo lo que hizo hasta el momento no podría quedarme con los brazos cruzados y permitir que nuestro mundo terminara de ésta forma. Incluso sí quisiera mantenerlo con vida era demasiado peligroso, viendo tanto mis acciones como pensamientos, aquella presencia siniestra simplemente resoplaría con decepción mientras contestaba.

Es una pena, pudiste haber sido un gran heraldo para el nuevo mundo...Al menos morirás la historia te recordará muriendo como el último defensor de los herejes.

Tras éstas palabras hizo nuevamente un ademán con la mano para desafiarme lanzar el primer ataque, mientras yo no podía hacer más que implorar tener las fuerzas para hacerle frente, después de todo lo vivido a su lado no podría darme por vencido ahora, sí fallo posiblemente se vaya por la borda todo nuestro esfuerzo puesto hasta el momento. Desearía poder haberme despedido antes de iniciar éste combate, pero ahora mí única preocupación sería detenerlo el tiempo suficiente para que lleguen los refuerzos.

Incluso sí eso significa sacrificarme para ganar tiempo…