Después de tan agotador día necesitaba estar en casa, las chicas no me habían querido hablar y cuando lo intentaban Normani se había colocado tan a la defensiva que todas su ganas de hacerlo se iban por el retrete, para mí me es imposible estar así en un espacio, simplemente no sé cómo estar ahora acá.
Ellas deben de entender es mi vida privada y aunque la hice publica estoy enamorada de Camila a tal grado de que ahora soy su esposa y creo que con ello tendrán que vivir, son cosas que pasan y ella ha pasado en mi vida para hacer feliz.
Además de luego de semanas en las que ellas no se veían y luego enterarme de cómo me defendió mi morena me hace sentir aún más segura de haberla elegido, el grupo es una experiencia hermosa si lo sé, pero ella es mi mundo y ahora mi esposa y estará conmigo en buenas y malas como yo lo estaré con ella.
Camine a paso rápido ya había llamado a mi chofer y ansiaba estar en cada de una buena vez, no aguantaría más estrés el día de hoy.
-Lauren- escuche a la lejos y me piel se quedó estática no pensé que me hablaría pero allí estaba.
-Dinah- dije al girarme y encontrarme a la polinesia mirándome fijamente caminando hasta donde me encontraba yo.
-¿Podemos?- me pregunto amablemente mirando hacia las bancas cercanas, mire hacia todos los lados y asentí rindiéndome, nadie podía salvarme de lo que venía, en si no sabía que pasaría pero ni modo debería arriesgarme, tampoco es que me hablaran desde la vez pasada.
-Claro- camine directo al sitio en donde se supone estaríamos y ambas nos sentamos mirando hacia el frente sin saber que decir
-Camila te defendió muy bien el día de la entrevista- comento ella ganándose mi mirada.
-Sí, la logre ver por la televisión- respondí mirándole fijamente.
-¿De verdad se aman tanto para casarse?- pregunto ella a la expectativa de lo que diría yo en estos momentos.
-Mucho nos amamos como no tienes idea- fue mi respuesta escueta pero lo fue.
-No me meteré y lo sabes, sabes cuál es mi postura y lo demás- hablo sincerándose mientras me extendía la mano.
-Dinah Jane buscando paz- dije divertida y ella se reía.
-Para que veas chica- dijo riendo y solo apreté su mano para luego levantarnos y darme un súper abrazo de oso.
En estos momentos tener el apoyo aunque sea de una era sin lugar a dudas el mejor momento, no sentirte sola pero claramente cada día ver el rostro de Normani reflejando decepción es lo peor de todo, pero bueno por algo se inicia, y espero este sea el comienzo de tener de nuevo una amistad.
Cuando camine directo a mi auto ya me estaba esperando, el chofer estaba algo intrigado había tomado unos minutos extras luego de decirle a qué hora estaría y eso no pasaba a menudo, por lo que cuando me logro ver su rostro paso a calma total.
-A casa- dije dedicándole una sonrisa amena.
-Se casó ¿No?- dijo riendo cuando había arrancado el auto dirección mi departamento.
-¿La viste?- pregunto con una sonrisa.
-Mis hijas estaban emocionadas de ver la entrevista así que sí, estábamos en la cama todos fue inevitable- acoto mientras daba alguna de las curvas.
-¿Qué te pareció la entrevista?- volví a preguntar mirando hacia la ventana.
-Me gusta, por primera vez se sintió usted cómoda al hablar, ahora lo de las demás sí que fue de novela- comento con una carcajada que me pego a mí –Pero mi parte favorita fue cuando Camila les cerro la boca, interesante- dijo casi en susurro lo último.
-¿Por qué?- mi intriga iba más allá.
-No pensé que se mostraría, es decir, pensé que estaría en casa viendo desde su cama esperándola no en el escenario, aunque conociendo a Camila quiera tenerte cerca a toda costa por si cosas como esas pasaran- comento ganándose mi asentimiento.
Luego de eso nos quedamos en silencio coloco una canción tranquila que ambos disfrutamos hasta dar al estacionamiento de las residencias. Luego de una despedid rápida subí a mi espacio, en donde ansiaba estar desde que pise el estacionamiento en la mañana.
Y como siempre un rico olor me inundo las fosas nasales –Te está gustando cocinar ¿No?- dije cuando llegue para abrazarla por la cintura causando un saltito de su parte –Y además cocinar en ropa interior- dije dándole una nalgada.
-Que te digo es cómodo- comento girándose ganándose una mirada picara de mis labios.
-Hoy no, estoy en mis días- dijo muy seria logrando que yo ladeara mi cabeza.
En sus días, en sus días... el periodo, mi mente procesaba hasta que caí en cuenta –Tienes pene, no puedes- dije causando la carcajada de ella, su risa llenaba el lugar y me gustaba.
-Tardaste Jauregui y mucho- dijo riendo logrando que entrecerrara mis ojos dándole un manotazo en su brazo de mi parte.
-Eres estúpida- dije tratando de zafarme.
-Si pero soy tu estúpida- dijo riendo dejando besos por mi cuello, pegándome a la pared cercana que ha sido testigo de cada encuentro sexual que hemos tenido.
Y hasta allí llegaron las palabras coherentes, quito mi camiseta al mismo tiempo que yo la suya quedando solo en bóxer y ella dejándome solo en tanga en un abrir y cerrar de ojos, llevo sus manos a mi trasero y me hizo enredar mis piernas en su cintura, sintiendo su pene erecto en mi intimidad, a paso rápido me tiro en la cama y se colocó entre mis piernas.
Beso cada parte de mi cuerpo causando que se erizara a su tacto, beso desde mis pantorrillas hasta mi abdomen quitando mi ropa interior para luego que sus bóxer de abejita le hicieran juego en el suelo.
Sus besos eran mi droga y quería volverme adicta a ella por siempre, ataco mis labios en un beso desesperado, podía sentir su dura erección pegar en mi abdomen y me fascinaba tenerla allí dura y goteando por mí, o yo por ella pero daba igual.
Sus manos masajearon mis muslos y además mis senos, acunándolos y llevándoselos a la boca para morderlo delicadamente.
Su excitación se empezó a notar cuando sus movimientos se hicieron presentes, al igual que los míos causando estragos en ella, como tanto me gustaba.
Se colocó de rodillas delante de mí y comenzó a masturbarse y que imagen tan erótica, subía y bajaba su mano rápidamente tratando de calmar sus ansias hasta que se posiciono en mí y justo allí vi estrellas.
-¿Cómo te fue hoy?- pregunto Camila sentándose a mi lado aun desnuda con un trozo de pizza.
-Dinah hablo conmigo- comente y ella abrió grande sus ojos, yo estaba tapándome con la sabana que poco a poco dejaba al descubierto mis pechos.
-¿Y qué tal?- dijo sonriendo cuando había bajado la sabana y estaba casi en las mismas condiciones que ella.
-Que no se metería en mi vida y bla bla bla- trate de hablar pero con su boca en mi seno no era que me dejara muy cuerda.
-Es bueno- fue lo único que dijo para colocarme a horcajadas encima de ella.
Y otra vez me gustaba la rutina de casadas que teníamos.
**Espero les guste y disculpe si existe algún error**
**Se acaba en dos capítulos más**
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Jáuregui de Cabello (Camila G!P) Mini Fic
FanfictionCamila cabello se había cansado de los gritos y demandas del manager del grupo así que tomo fuerzas y decidió dejar Fifth Harmony. Por otro lado Lauren estaba muy molesta pero aunque no estuviera ella no pensaba dejar su relación por ellos. Pero tod...