Capitulo 1

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Angelina:

Era un día soleado, me tocaba levantarme temprano para repasar las coreografías para el partido del fin de semana, estaba aburrida de fingir algo que no soy, de ser la chica popular que fingía que no tenia celebro para que nadie me criticara.
Tenia dinero era verdad, bueno no era exactamente mío es de mis padres los cuales casi nunca veo y tampoco quiero verlos pero no hablare de eso.

Me levante sonriendo le al sol, tenía una vista hermosa desde mi cuarto para ser sincera no me quejaba de mis lujos, pero aveces los compartía con personas necesitadas.
Pero basta de hablar de mi.
Algo andaba rondando en mi cabeza y tenia nombre propio, Hilary.
Era una de mis animadoras y "amiga" era mas falsa e hipócrita pero no me importaba, podía jugar su juego.

Entre rápidamente a la ducha, deje que el agua corriera todas mis curvas y mi cabello crespo, utilice mi jabón para cuerpo con olor a  lavanda y mi shampoo.

Salí de la ducha desnuda completamente,–eso era normal en mi– entré en mi gran armario para buscar algo que ponerme, hoy haría calor así que me vestiría de manera provocativa y sensual.
Vi unos jersey blancos desgastados, los tomé y también un crop top blanco a juego, tomé unos nike negros y empecé a vestirme.
Después de todo eso me peine mi desesperante cabello, obviamente no lo alize solo lo acomode y me puse una cinta negra en mis crespos húmedos.
....
Cuarenta minutos después baje hasta llegar a la ala cena para coger las llaves de mi deportivo rojo, era algo adorado para mi.
Salí con todo lo necesario y me subí a mi auto, puse algo de musica para llegar al Campestre School Americano, una de los centros educativos mas importantes de New York –lo mejor para lo mejor, osea yo– a parque mi hermoso deportivo rojo en el mismo lugar de siempre y salí para hacer mi entrada triunfante, pero algo no estaba bien.
Kela no estaba, mi mejor amiga no había llegado, así que saque mi iPhone para llamarla hasta que alce la mirada y la vi, ya venia para acá.
–Hola amor, te estaba esperando– como siempre ella y sus cursilería conmigo.
–Hola Katiusca, vamos se nos hace tarde– Katiusca era su segundo nombre y ella lo odiaba, vi como se iba poniendo roja rápidamente ya me imaginaba el show que iba a armar. –Ya te he dicho que no me digas así  en este sitio, respeta me si es que me quieres un poco y ten consideración con este ser que tanto te ama– y ahí venía el drama, hice caso omiso a lo dicho y empecé a caminar. Cuando empezó a hablar de nuevo.
–Mira quien está ahí, tu eterno enamorado.
–Obsesionado diría yo– hice una pausa para ver en la dirección en que me señalaba y ahí estaba –No se ve mal Kela, hoy se ve guapo– ella se detuvo en seco y empezó a tocar mi frente para ver si tení fiebre y todas esas cosas –¿te sientes bien? ¿no quieres ir a la enfermería?– ay Dios un día de estos iba a enloquecer con ella.
–Kela, admirar la belleza masculina no es malo es normal, yo nunca he dicho que sea feo, al contrario– ella abrió la boca para decir algo pero la cerro inmediatamente cuando vio a su Bae, uy como odiaba a Hernan Elias, por querer robar me la. Así que me hice a un lado para dejarlos y entrar antes de que empezaran con su cursilería.
–Hola– escuche a mis espaladas, voltee rápidamente y ahí estaba Jacobo Roberts, el mas guapo y obsesionado de mi, aveces me asustaba sus acosos.
–Hola, como vas cielito– Me encantaba coquetear le, claro como no iba hacerlo si soy la reina microondas, caliento y no cocino. –Valla veo que amaneciste de buen humor, ¿puedo llevar tu bolso?– Dios jugar con el me encantaba –Claro, todo tuyo– empezamos a caminar al aula pues teníamos mi asignatura favorita, literatura valla que si la amaba.
Hice mi entrada triunfal con Jacobo y todo el mundo nos vio, con caras de asombro pues casi no andábamos juntos.
A mi izquierda estaban las histerias animadoras en los casilleros, a mi derecha los del equipo de Lacrosse y sus conquistas  alrededor.
Los ignore, pues solo tenia en mente leer, cuando llegue al salón ya estaban las frikis–mis amigas a escondidas– sentadas en primera fila les Sonreí y me senté en medio del salón.
Jacobo se sentó junto a mi, Kela y Hernan se estaban besuqueando detrás de mi, Hilary se le alborotaron las hormonas cuando vio a Jacobo y se sentó a su lado y así fueron entrando los demás.
Cinco minutos mas tardes entró Minerva, la profesora de literatura, una mujer alta de piernas largas y bonitas curvas, hoy venía sonriente y alegre, creo que le partieron el cacahuate, porque había veces que se ponía insoportable, se veía bonita hoy con su falda tubo negra azulada y su camisa manga larga a juego, su tacones fucsias me encantaron, llevaba el cabello recogido en una trenza de espiga.
Cuando de pronto algo me saco de mi primera critica, una voz masculina, obviamente de Jacobo–Tienes el libro que pidió– la maestra me puso a elegir la clase pasa un libro de mi estantería iba a elegir la saga de Cristián Grey, pero ella se negó por obvias razones así que elegí la Trilogía de Triller–Claro traje los tres ¿porque? ¿los necesitas?– le dije viendo lo a los ojos la verdad es que sus ojos verdes me hipnotizaba demasiado, hoy se veía realmente bello,  el azul rey le quedaba de pelos con esa tes blanca y esos labios carnosos y rosado–Si, sabes que no soy bueno leyendo ¿me los puedes prestar?– y aquí venia yo y mi coquetería –claro si me das un beso– vi como sus ojos brillaron ya venia para encima cuando le dije: –caíste amor, aquí tienes los libros dije sacándolos de mi bolso– su rostro se desencajó pero volvió a ser el mismo en segundos –no te preocupes estoy acostumbrado a ti– dijo fingiendo una sonrisa, que hermosa sonrisa.
Santa Teresa que me pasaba hoy, ¿así de hormonal estaba? Padre cambia esos pensamientos pecaminosos.
Me encargue que todas las animadoras los comprara para que no perdieran la asignatura.
Y así fue como inició mi día entre risas, lecturas y coqueteos.
Lo que no sabia era que en el almuerzo lo peor estaba por venir.

Obsesionado  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora