Mi vida

Adolescencia: Pre-apertura 2/4

No estoy seguro si mi vida sea algo relacionado a una telenovela, pero lo he considerado así varias veces por tanto drama.

Luego de que nos fuésemos de con esa niñera inútil ya me preparaba mentalmente para descansar de tanto estrés que llegué a tener en esa casa y fue cuando ocurrió de nuevo, pero esta vez fue la persona que menos me esperaba y si, es lo que puede que se imaginen.

Mi padrastro me había violado.

Y claro, como siempre, todos conocen mi debilidad:

"Si le dices a tu mami, se me largan de mi casa a la calle. A ver en donde encuentran refugio"

Siempre le he guardado rencor por esas palabras. Esas estúpidas palabras que le quitaron el derecho de convertirse en mi padre y hacerse más mi enemigo que nada.

Vivir bajo su techo no fue fácil. Nos cambió de forma muy drástica de cómo nos habían criado; estando de nuestra naturaleza amigable, pacífica y serena a rebeldes, groseros e intolerantes y si, me incluyo. Realmente fue una pésima decisión, pero no podía refutarla; mamá estaba económicamente estable y era por lo único por lo que se juntó con este hombre. Puede sonar por interés, pero ella lo especula de una forma que me ha explicado y jamás entenderé. Me gustaría resumir tantos años de desgracias, enojos y muchas repeticiones de lo que me hizo ese hombre (claro, no fue sólo una vez, sino durante 8 años), pero mi estilo es muy descriptivo.

Yendo en primaria, mis hermanos se quedaron, por un corto tiempo hasta que los transfirieron a mi escuela (olvidé contar eso) en la escuela a la que yo iba en el vado. Yo los acompañaba por cuestiones de ser el hermano mayor y esas cosas, por lo que, nuestro padrastro iba a recogernos a la casa de mi tía Elena en el vado dos horas después de que mis hermanos salían de estudiar (porque a esa hora, el salía de trabajar para darse un descanso y luego volvía). Pues teníamos que mantener nuestra ropa limpia durante todo el día hasta llegar a nuestra casa en Tonalá; claro, eramos niños y nos encantaba jugar y liberar energía a montones, por lo que varias veces nos ensuciamos.

¿Qué cuál era la sanción si se llevaba la ropa sucia?

Fácil. Estando en el auto para volver a casa, nuestro padrastro se detenía en la salida del vado que conectaba con la autopista, nos hacía bajar del auto y arrancaba. Lo hacía un par de metros y luego volvía cuando llorábamos y como no éramos sus hijos, jamás sintió culpa por ello. Es más, se divertía, reía y nos regañaba por llevar nuestra camisa blanca o pantalón rayado del uniforme escolar con tierra. Eso lo hizo incontables veces hasta el traslado de mis hermanos. Conmigo, hacia una rutina cobarde de esconderse de mi mamá, hablarme (y casi obligarme a ir por la condición que me tenía) y aprovechaba el momento. Día tras día, mes tras mes, soportando todo lo que me hacía para no quedarnos en la calle, y claro, me la creía. Es decir, ¿cómo un hombre de 55 años iba a dejar a una mujer de 35 años que le había encontrado algo "atractivo"? Claro, con semejante barriga, canas y ganas de quitarle las anteriormente mencionadas con un sacacejas. Muchas de las veces nos veíamos obligados, mis hermanos y yo, a cumplir con todo lo que mandaba ya que él era el dueño de la casa y la autoridad de mi madre no valía porque ella trabajaba para pagar sus deudas y pagarle a él por darnos "una vida". Vaya mierda.

Las vacaciones en la playa fueron convirtiéndose de una alegría enorme a una monotonía. Claro, nos gustaba ir, pero los regaños e insultos lo arruinaban todo. Es por demás decir que mamá no se daba cuenta de nada, estaba tan sumida en su trabajo que nosotros pasamos a un segundo plano. Digamos que en lo que ella trabajaba duro por una paga mísera, la felicidad de mis hermanos y la mía era consumida por un estilo de vida insano. Siempre traté de hacer que mis hermanos sufrieran lo menos posible, que cargaran las menores culpas y no tuvieran tanto pesar en su corazón como yo, por lo que los ayudé, esperando a que fueran mejor de lo que yo expectaba.