No sabía como sentirse.
Recordó a una compañera de sus cursos básicos, cuando estaba rodeada de gente inútil. Esa niña había llegado llorando al salón, directo con sus "amigas". Terminó por enterarse que la niña había descubierto que era adoptada. ¿Así se había sentido ella?
No, claro que no. A ella la habían traicionado. Se llamaron su familia, cuando para ellos ella había sido simple utileria. Un medio para hacerle el trabajo más fácil a Mycroft.
No había significado nada para nadie.
Allí, sentada en esa amplia habitación color dorada, la que James le había asignado en esa inmensa casa, estaba llorando; sintiéndose utilizada e impotente.
Sintiendo que toda su vida había sido una farsa.
Sentía que ella era una farsa.
Limpió sus lágrimas con rabia, casi lastimandose por su rudeza.
Para mantener la cabeza ocupada (o al menos intentar), decidió admirar esa amplia habitación tamaño rey, que al parecer, ahora le pertenecía.
Camino de una pared a la otra. Veinte pasos largos exactos. Ni si quiera su habitación en la mansión Holmes era tan amplia.
Camino hacia la ancha cama, ubicada en el centro de la habitación. Se tiró en ella, sintiendo que la engullia de lo suave que era.
El edredón sobre el colchón era de un dorado elegante, y combinaba a la perfección con el respaldo enorme de madera obscura.
Por un momento, se pregunto si su profesor le pondría un dosel si se lo pedía.
Entonces, cayó en cuenta de una puerta dentro de la habitación, de lo que supuso que seria el baño.
Había un espejo de cuerpo entero en ella, y dedicó un minuto a contemplarse.
Su cabello rubio era un desastre sobre su cara y hombros, y parecía que simplemente a había levantado por la mañana y así había salido.
Sus ojos estaban inyectados en sangre, y algo hinchados a causa de su silencioso llanto.
Su ropa estaba arrugada, y simplemente la hacía ver más pálida de lo normal.
Era un desastre por fuera, y seguramente también por dentro.
Entonces, tocaron su puerta, sacándole cliché-mente de sus pensamientos.
Una voz desconocida le hablo desde el otro lado de la puerta.
--Señorita Maroon, el Señor Moriarty le manda algo.
Supuso que tendría que responder a ese apellido a partir de ese momento.
Inmediatamente se dirigió a abrir la puerta; sin exagerar, sintió que tardó media hora de una puerta a otra.
Abrió; del otro lado había un hombre alto, vestido de traje y con lentes oscuros; como todos los que cuidaban de esa mansión.
En sus manos, traía una caja. Se la entregó, se despidió con la cabeza y se fue, desapareciendo al dar vuelta por el pasillo.
Carajo, se le hacía muy raro todo eso. Sentía no encajar ahí, pero, ¿dónde esa su lugar si no era ahí?
Con los Holmes ya no lo era.
Colocó la caja en la amplia cama donde dormiría esa noche. La abrió, y sacó lo que había dentro.
Una muda de ropa, que supuso que usaría esa noche, una maleta pequeña que parecía una cosmetiquera y otra caja más pequeña de color negro.
Como si sus movimientos fueran mecánicos, tomó la muda y a metió al enorme baño a tomar una larga ducha.
En cambio, James veía todos sus movimientos desde su oficina. Sonriendo. Pensando.
Su mano derecha entró en el momento en que apagó la pantalla del ordenador, y mientras cerraba la puerta dio un giro en la silla, riéndose.
-- ¿Cómo está marchando todo, Jim?-- le preguntó Sebastian, con una sonrisa ladeada. Estiró la silla que a encontraba en frente de su jefe, y se sentó.
-- Oh, Sebastian-- exclamó, complacido-- ni siquiera las novias de junio son tan felices como yo.
--¿Qué pasa con la Doctora Hooper?--
Moriarty soltó una carcajada.
--Ay, Sebastian, para jugar no necesito nueve peones--
Pero aun así, Moran no estaba convencido; ¿cómo una niña le serviría más que alguien que convivía con los Holmes diariamente?
Pero Moriarty tenía un plan: aprovecharse de la naturaleza de ambas mujeres.
Molly era atractiva, sin duda, pero también era demasiado dulce y una mártir en regla. Y su corazón le pertenecía a Sherlock, algo irónico.
Pero la hija de Maroon, por dios. La enamoraría de a poco, enredandola. Sin duda, esa niña era salvaje y apasionada, y si jugaba bien, podría coronar a ese peón.
Hola! !!
Me desaparecí como un mes, pero no se preocupen, andaba de parranda (?
Empezará lo chido a partir de este capítulo, y espero su lo disfruten (?
Muchas gracias por leer, espero que les haya gustado.
Les quiero.
SW
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Save the king; Moriarty.
FanfictionDamien Holmes es una chica fácil de irritar, difícil de controlar y salvaje en toda le extención de la palabra. Insultos y deducciones hirientes salían de su boca todo el día. A pesar de ser sólo prima de los hermanos Holmes, compartía su mismo car...