Todavía no haz llegado y ya siento tus manos acariciando mi espalda, seguido con un enorme beso... de esos de lo que te apasionan, y te dejan como a mí, cubiertos de versos.
Siguiendo con el tema del beso, quiero deciros que ya lo presiento, junto a eso un abrazo terco, un abrazo de esos que me llevan de lleno, de la sala común a la alcoba más alta , poco a poco cubierta de besos, ya entrando a la alcoba, el caballero soltando a la dama con algo de brusquedad un juego de dos asecha a la dulce pareja, creo que es el juego de almohadas que termina desnudando a la pobre dama. Con la poca ropa que le queda, ella le danza a su incansable caballero, hasta que este que dormido y a su ves resalte el hombre deseoso de pasión que la cortejó, desde un principio y robando su corazón, encontró a su verdadero amor.