Capítulo 2

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Entré a clase y vi a mi amiga Sasha sentada, esperándome a que me sentara a su lado. Y así hice. Tiré mi mochila encima de la mesa y seguidamente bufé pensando en lo que pasó hacía unos cuantos minutos.

— Yo también te he echado de menos eh... —me dice Sasha haciéndome pucheros.

La abracé y se le esbozó una sonrisa que hacía bastante no veía, realmente la echaba de menos. A ella y a sus tonterias. Le dije que también la echaba de menos junto con una sonrisa. Entonces vi que su mirada se desvió. No pude evitar mirar donde ella lo hacía. Ningún pantalón rojo, pero si el mismo Jimin. ¿Qué hacía aquí? Ah si, se me había olvidado de que soy tonta y que había posibilidades de que tuviera mi edad, que fuera al mismo instituto y además en mi misma clase. En fin.

— Mierda. —susurré, haciendo que Sasha me mirara y arqueara las cejas.

— ¿Qué pasa (T/N), a ti también te pone ese tío? —rió.

— No es eso... Solo que... Después te explico. —me mordí el labio y dirigí la mirada a otro sitio que no fuera él.

El profesor de matemáticas llegó, muy insoportable por cierto. Temía que este tío hiciera algo estúpido en esta clase. Estuve toda la clase intentando no mirar hacia Jimin. Suerte la mía que se sentaba cerca mío, justo en la fila de al lado una mesa hacia atrás (nótese el sarcasmo). Si bueno, miré de reojo cuando se sentó, ¿y qué pasa? La culpa era suya.

No paraba de juguetear con mi bolígrafo pensando en el amo de aquellos pantalones que me hipnotizaron.

— Jimin... —susurré. Apenas fue audible. Pero si fácil de leerme los labios, ya que recalqué cada una de las letras de aquel bonito nombre.

Sasha me oyó, ya que estaba a mi lado, y me dio un codazo. No pude esquivarlo, entonces el bolígrafo se me cayó de las manos. Pensé que si ella me había oído, cualquiera de mis compañeros me podía haber oído, sobretodo los de mi alrededor, y malditamente ÉL. Cuando fui a coger el boli, miré a cada uno de ellos, por si me miraban raro o algo como prueba de que me oyeron. Nadie me miraba, puesto que estaban ocupados escuchando al profesor o durmiendo, eso era buena señal. Excepto por una persona. Jimin. Clavé la mirada en él y puse los ojos como platos. Por la reacción que hizo, ya supuse que me vio diciendo su nombre. Mordió su labio inferior y me sonrió de lado. Noté como la sangre subía por mis mejillas. Sentí como se reía de mí a mis espaldas. Me tapé la cara con las dos manos. Sentía una vergüenza que me moría. Dios, ¿por qué soy tan tonta?

Miré de reojo a Sasha y vi una cara de gran confusión. Seguidamente negué con la cabeza como diciendo que no era nada. Ella se encogió de hombros y siguió escuchando al profesor.

El tiempo transcurría y mi corazón seguía latiendo rápido. Sus labios. Sus caricias. Me derretía en solo pensarlo. Pero sabía que todo aquello no fue en serio y que fue solo para reírse de mí y porque le apetecía hacerlo.

El timbre sonó y grité "gracias" mentalmente. Todos empezamos a recoger nuestras cosas, hasta que el profesor nos dijo que esperásemos.

— He decidido cambiaros de sitios.—santa mierda.— Este es el último año de instituto, —hijo de su grandísima madre— y como hay alumnos nuevos, quiero que os conozcáis entre todos.—porque me haces esto maldito.

Yo mientras rezaba a quién quiera que quisiera escucharme para que no me sentaran con Don Pantalones rojos, todos mantenían la misma cara de dormidos que al principio de la clase. Parecía que no les afectaba la petición del profesor. Sasha me comprendía a la perfección, no queríamos cambiar de sitio, ya estábamos bien. ¿Por qué ahora nos quería joder?

Miré al profesor con el entrecejo fruncido. Notó mi indignación y seguidamente, sin pensarlo dos veces, abrió la boca.

— Señorita (T/A)... Se sentará al final de todo a la derecha con Park. —dijo imponiendo.

Me levanté y cuando me di la vuelta vi al señorito Park de pie. Park, Park Jimin. DIOS. ¿POR QUÉ? Maldije todo lo que pude maldecir. Cogí todas mis cosas indignada y caminé hacia el sitio que nos dijo el *beep* profesor. Tiré la mochila encima de la mesa con mucha mala hostia, para que se notase mi cabreo.

— Tranquila gatita, conmigo te lo pasarás súper bien. —dijo sensualmente y me sonrió divertido.

El maldito profesor (nótese mi amor por él) finalmente acabó de cambiar los sitios y seguidamente nos echó de la clase.

— Flipo con este profesor. Nos obliga a quedarnos, a cambiarnos de sitio como le da la puta gana y después nos echa de clase a patadas. —susurro.

— Pues a mí me gusta mi sitio. —en seguida reconozco la voz.

— Estaba hablando sola —espeté.

— Ya claro. —dijo sarcásticamente y rodé mis ojos. —Por cierto, no sabía que ibas a éste instituto...

—.Normal que no lo supieras —le corté.

Sentí la oportunidad de escaparme para ir con Sasha, pero me agarró de la muñeca para que no me fuera. Pero sin querer, apreté la mano por el susto, haciendo que el zumo de naranja que tenía lo estrujara y el líquido fuera a parar a las partes bajas de Jimin.
Me soltó e hizo un pequeño grito "Mierda...". Sin querer miré allí abajo y no pude evitar la risa. Él pasó de tener una cara de imbécil y molesto a tener una cara de aún más imbécil pero seductora. Paré de reír y me pregunté por qué estaba haciendo aquella rara reacción.

Flashback de (T/N)
— La próxima vez que me mires el paquete, te haré mía. —me susurró en el oído.

— ¿Cómo? ¿Perdona, de qué hablas? —dije atónita.

Entonces se rió y me guiñó un ojo, se giró y volvió por el mismo camino que vino.

Fin del flashback de (T/N)

Mierda. Se me había olvidado. Me volvió a coger de la muñeca y me metió en una clase vacía que había por allí. Cogió el zumo y lo tiro a la basura. Me quedé pasmada a lo que hizo.

— Me debes un zumo, capullo —le grité.

— Sí, ya, lo que sea —me sujetó las dos manos por encima de mi cabeza.

Intenté zafarme de su agarre, pero no pude. Entonces acercó su cara hacia la mía. Nuestras narices se estaban tocando. Hizo que arrugara mi nariz. Y por lo visto, le hizo gracia al muy cabrón.

— ¿Qué te dije? ¿Qué si me mirabas el paquete...? —me susurró en mis labios.

— ¿Qué me comprarías un zumo de naranja..? —le vacilé..

— Aix señorita (T/A)... —me plantó un pequeño beso.— Ahora mismo, —mierda— te haré mía.

Solo mía [Jimin y Tú] {EDITANDO ;D}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora