Lo Que Paso Una Vez... Pasara Una Segunda.

Capítulo XXXII

Señor lo encontramos. – Dijo su IA, había vuelto a casa con sus hijos y en ese momento ataba cabos sueltos.

Te dije infeliz que tu peor error seria darme poder. – Dijo volviendo en sí. Junto a Charles no solo había avanzado controlando sus poderes si no que también aprendido a combinarlos es así que una de las ventajas que descubrió fue que, a través de los que Xavier llamaba “Ciberempatía”, podía ampliar aun mas el rango de su telepatía permitiéndole llegar casi a cualquier lugar que tuviera el mínimo de acceso a tecnología, aun cuando era sumamente desgastante valía la pena si lograba encontrar a ese mal nacido.

¿Como procederá ahora, jefe? –

No lo pierdas debemos ser cautelosos… evita cualquier intento de rastreo no quiero que se adelanten procederemos en unos días. –

Lo hará solo señor? –

Ese infeliz me rendirá cuentas a mí primero. – Dijo rememorando las imágenes que encontró de la muerte de Sharon.

Esta pensando en ella. – afirmo la IA.

Nadie merece una muerte así. – Dijo pensando en Peggy.

Señor el Capitán pregunta por usted? – Dijo después de un silencio.

Tony comenzó a subir las escaleras y en cuanto lo vio no pudo evitar inmiscuirse al notar la ansiedad.

Saltas de aviones sin paracaídas y te pone nervioso algo así? – Dijo riendo.

No es justo era sorpresa. – Dijo en un intento de reclamo.

No fue mi intención mirar estabas pensando muy fuerte. – No dejaba de reír.

Bien vamos. – Dijo tomándolo y saliendo de allí.

Solo unos días tuvo que esperar para que El Cap tuviera una misión, serían solo unas horas pero le daría el tiempo para ir a jugar. Se encaminó a la ubicación y se encontró con una vieja construcción que en algún momento debió ser un bodega.

Helmut analizaba su próximo escondite no debía seguir allí arriesgándose a ser encontrado, el imbécil de Ross se había precipitado y arruinado sus planes para recuperar al genio ahora tendría que pensar y esperar el mejor momento para tenerle de regreso. Miraba entre sus posibilidades y analizaba cual sería la más segura cuando de pronto comenzó a oír campanas para luego dar paso a una melodía y entonces supo que se había tardado demasiado en escapar. La pesada puerta fue arrancada desde los goznes dejando ver una armadura roja y dorado, vio la mirada chocolate y su sangre se volvió pesada sus ojos tenían un brillo furioso y una mirada decidida.

Cómo…? – comenzó a retroceder cada célula de su cuerpo gritaba en advertencia.

Te dije que te lo haría pagar con los mismos poderes que  me darías. – Dijo sonriendo ante el intento de escape de Zemo. – Vamos no me querías? aquí estoy.
En su sonrisa se veían plasmada sus intenciones.

Deberías estar agradecido por lo que te he dado. – Una silla se movió y le impidió seguir su retroceso.

En efecto y por eso he venido a dar las gracias. – En ese momento Zemo sintió su cuerpo paralizarse y en su mente vio a su esposa junto a su hijo jugando y llamándole pero cada vez que llegaba a ellos estos se desvanecían la imagen se perdió dando paso al recuerdo cuando les encontrará después de la batalla de Sokovia.

Detente… no… . – Se removía en desespero intentado escapar de las imágenes.

Tu lo hiciste? Te detuviste cuando Nina te lo pidió? Cuantas veces te rogó para que la dejarás! – sentía la rabia arder en su interior al recordar a lo que la pequeña fue sometida.
En la mente de Helmut vio las veces en que la niña le rogo por que la liberarán y luego ella fue remplazada por su propio hijo, vio como le sometían, vio como experimentaban con él y le vio rogar, llorar y caer inconsciente para ser despertado por choque eléctricos.

No más… mi hijo! - Sus ojos desorbitados y su mirada perdida, su cuerpo temblaba ante las visiones.

Y los hijos de otros? Pensaste en ellos? En las madres a las que le arrebataste sus hijos o sus maridos. – Esta vez vio a su esposa rogando que terminara la tortura, siendo sometida a las peores vejaciones por los soldados. Veía en sus ojos como su vida se escapaba.
Tony le veía temblar en su silla y entre susurros rogar por aquella mujer.

Llama a Fury. – Le dijo a su IA.

Ya fue informado. – Las visiones no se detuvieron hasta que el mismo Nick Fury ingreso al lugar y por unos segundos se sorprendió de ver a Zemo con la vista pérdida y un rastro seco de lágrimas en su rostro.

Stark que rayos paso! – Dijo mirando al genio.

Ajuste de cuentas. – Dijo sin cambiar su expresión.

No tenías… -

Ni se te ocurra decirme que no tenia el derecho por que sería la peor de tus excusas… agradece que aun respira. – Fury le miro confundido al ver sus ojos rozando el dorado.

Estas bien? – Dijo dando un suspiro.

Si, es por el uso. – Dijo pestañeando, con Xavier habían descubierto que entre más tiempo utilizará sus poderes sus ojos se tornaban dorados.

Como lo encontraste? – Pregunto serio.

En serio crees que te lo diré. – Dijo sonriendo de lado.

Vete antes que me arrepienta, nosotros nos lo llevaremos. – Dijo mientras los agentes llevaban a Helmut. – El Capitán esta como loco buscándote.

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Lo siento! Lo tenia listo pero lo he editado muchas veces!

Gracias a quienes siguen leyendo y dejan sus votos y Comentarios!