_¡Majestad, Majestad!__ corría gritando Oswald en busca de Gastón__ ¡Majestad, Majestad!
Lo encontró en su despacho bebiendo café._Mi señor, es su hija__ comentó tomando aire__ está jugando en la piscina.
_Dejala que juegue tranquila__ contestó tomando un sorbo.
_Pero señor se metió dentro, sin flotadores.
_¿Que?__ preguntó Gas exaltado tirando la taza al suelo y saliendo a correr hacia la piscina.
Al llegar miró hacia todos lados pero no la vio. Luego observó a lo profundo y vio algo que se movía._¡Zoé!__ gritó desesperado lanzándose al agua con mucho miedo por su pequeña.
_Hola papi__ dijo ella al verlo llegar a su lado.
Gastón de detuvo y la miró muy sorprendido pero a la vez feliz._¿Estás bien? __ preguntó.
_Si, estoy jugando__ contestó ella muy divertida__ mira papi bebo té bajo el agua__ dijo fingiendo hacerlo.
Gas sonrió, se acercó y la abrazó muy fuerte besandola en la frente.
_Mi pequeña estoy muy orgulloso de ti__ le dijo emocionado hasta casi las lagrimas__ ahora ven hay que secarte._Bueno__ contestó ella divertida moviendo sus brazos como si fueras alas.
_¿Está bien? __ preguntó Fiama preocupada al borde de la piscina.
_Si, mejor que nunca__ contestó Gas__ no había nada de que preocuparse.
_¿Como que no? __ preguntó Fiama escandalizada por las palabras de su primo.
_No por que mi pequeña despertó su habilidad heredada por nacimiento, el control sobre las aguas y unas de las cosas que podemos hacer es respirar y hablar en ella__ contó Gas volviendo a abrazar a su hijita, la felicidad que sentía era enorme, por fin una de sus herederas demostraba ser capas de controlar poder divino.
_¿Osea que tengo poderes papi? __ preguntó ella aún sin comprender mucho.
_Si mi amor, los tienes__ contestó él acariciandole la mejilla__ vas a ser muy fuerte, como Mamá y la tía Fiama.
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DIOSES Y HEREDEROS II
FantasyLos jovenes monarcas junto con su família y amigos deberán hacer frente a los seguidores de la oscuridad que han vuelto despues de su larga recuperación, harán frente a la perdida de territorios, rebeliones, deidades y demás enemigos. La subsistenci...