CAPÍTULO XVIII

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_Como sabe alteza, los sobrevivientes de toda Asia han llegado ayer por la noche al país... ahora se dirigen hacia unos campos de refugiados donde luego se les asignarán unas viviendas y trabajos dentro tanto en nuestro país como en Italia, Alemania, Inglaterra y España__ informó Arthur.

Zoé presidía su ultima reunión con su gabinete de ministros, o al menos eso pensaba ella.

_Gracias... espero una vez deje este puesto me sigas informando lo que pasa con ellos y como se van adaptando__ contestó ella.

_Desde luego Alteza__ contestó Wellington.

El ministro Tarleton volteó hacia la puerta, abrió sus ojos como platos e inmediatamente después se puso de pie y firme, con la cabeza en alto mirando hacia la entrada.
Gas había llegado hace ya varios minutos a las Tullerias, sin decir nada se dirigió hacia el salón de juntas número 1, abrió lentamente la puerta y se quedo observando a su hija en su puesto, hasta que Tarleton lo vio.
Zoé levantó la vista hacia su ministro y luego miró hacia donde el miraba, sonrió y se puso de pie, luego los demás ministros también voltearon y la imitaron.

_Que bueno verte al fin en casa__ dijo Wellington sonriendo desde su silla.

_Gracias... gracias a todos__ contestó Gas entrando al salón a paso lento__ gracias por apoyar a mis hijas, por escucharlas y ayudarlas... significa mucho para mi.

_Es un placer majestad__ contrataron todos.

_Gracias... ahora por favor, déjenme a solas con ella.
Los ministros hicieron una reverencia y luego salieron ordenadamente, el último cerro la puerta.

Gas miró a Zoé tiernamente estirando sus brazos hacia un costado invitándola a que lo abrazara.
La joven corrió hacia él.

_Hola papi.

_Hola princesa__ contestó él abrazándola.

_Encontraras todo en orden, la capital, las demás ciudades, los gobiernos, los ministros, los salarios, el empleo...

Él sonrió colocando un dedo sobre la boca de Zoé para que callara.
_Ya lo se princesa... no dude de ti en ningún momento. Haz hecho todo bien, incluso mejor de lo que yo podría hacerlo... no tengo palabras para expresarte lo feliz que me siento.

_Gracias papi... pero Soph me ayudó bastante. 

_También lo se... ¿por qué no está aquí?

_Creo que volvió a casa, estaba cansada.

_Tu también deberías estarlo, ve a Versalles, yo me ocupo de lo que haga falta por hoy.

_Estoy cansada pero me quedo contigo__ contestó ella__ tu silla papi__ dijo señalando la punta de la mesa donde ella antes estaba sentada.

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DIOSES Y HEREDEROS II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora