Los jovenes monarcas junto con su família y amigos deberán hacer frente a los seguidores de la oscuridad que han vuelto despues de su larga recuperación, harán frente a la perdida de territorios, rebeliones, deidades y demás enemigos. La subsistenci...
Los rebeldes mamelucos asediaban la ciudad amurallada del Cairo. Dentro de esta una docena de soldados se preparaban para defenderse. Pero sorpresivamente las enormes puertas de abrieron y ella salió caminando sin ninguna compañía ; sus pasos eran lentos pero muy firmes, su vestido flameaba con el fuerte viento... frente a ella la aguardaban más de cuarenta mil enemigos. Aún así Fiama seguia avanzando con rostro muy serio.
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_Jajaja__ rió el líder rebelde__ ¿nos envian a una mujer? Deben estar desesperados.
_Mi... mi señor... esa no es cualquier mujer... es ... es... una diosa__ avisó un oficial temblando de miedo__ la princesa Fiama.
_¿Q... que? __ preguntó su líder impactado por el miedo y retrocediendo unos pasos.
Fiama dejó de caminar unos metros antes de llegar con los enemigos, alzo la vista y miró de un lado a otro, como si viera a cada soldado a los ojos.
_Ejercito mameluco depongan sus armas, esto no tiene por que continuar__ expresó Fiama a viva voz__ de lo contrario, aún que vaya en contra de los deseos de mi querido primo, su emperador, yo misma los haré frente y destruire... pero no quiero llegar a eso bajen sus armas y vuelvan a casa__ concluyó.
El líder rebelde miró tras suyo, los rostros que vio eran de miedo, incertidumbre y angustia.
_¡Mierda! __ gritó el sujeto__ soldados al ataqueee. Los hombres se miraron los uno a los otros, nadie avanzaba, todos estaban tiesos en sus lugares. Su lider volteó furioso.
_Al ataque__ volvió a gritar señalando a Fiama con su espada. Un par de ofiales dieron dos pasos hacia él frente pero solo para lanzar sus armas al suelo y rendirse. Al instantante el ejército rebelde completo empezó a tirar sus armas al suelo y luego a arrodillarse ante Fiama. Todos menos su líder que se habia quedado perplejo al ver semejante escena.
_¿Ya ve? ... siempre siguen al más fuerte... soldados de pié y arresten a este traidor__ ordenó Fia. Un grupo de mamelucos se pusieron de pié y rodearon a su hasta hace un segundo líder, mientras que otros lo amarraban.
Llevaron al sujeto hasta donde ella estaba. Fia sonrió pícara al tenerlo de frente. _Llevenlo dentro, mañana partirá hacia Francia a manos de Cromwell y König__ ordenó ella.
_No por favor alteza, cualquier cosa menos eso__ rogó el sujeto chillando de miedo.
_Tuvo que haberlo pensado mejor antes de traicionarnos__ concluyó Fia haciendo una señal para que metieran al sujeto dentro. En la ciudad se escuchaban gritos de euforia y alegría por la victoria que la princesa habia conseguido. Casi todos dentro vitoreaban su nombre.
_¡Fiama... Fiama... Fiama!.... que viva la princesa Fiama!.... ¡Qué viva su alteza!__ gritaban otros en forma de cántico.
