Capítulo XXX La furia del Rey

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Los jóvenes se encontraban frente al palacio, observando con cierta incertidumbre aquellas grandes puertas, cuando de pronto alguien se asomó por una de las torres.

-Oigan ¡abran las puertas! Los príncipes y las princesas han vuelto- Se escuchó a lo lejos, pues aquella torre era bien alta, los que se encontraban resguardando la puerta hicieron caso a aquellos de las torre y de pronto se escuchó un crujido las puertas fueron abiertas.

-Creo que debemos entrar- Todos se adelantaron con excepción de Hao y Melody pues él la estaba cargando, también Nébula.

-Pasa- Se limitó a decir el castaño pues quería quedarse a solas con la azabache.

-¿Eh? ¿En serio puedo?- Respondió Nébula

-Sí pues estás implicada en todo esto también, ve con los demás- Volvió a decir, la joven morena se quedó viendo a Melody con recelo, mientras esta intentaba esquivar aquella mirada amenazante y fulminante pero no podía, luego de varios segundos la joven se adelantó un tanto molesta.

-O-Oye, ya te dije que puedo caminar sola...- Melody intentaba no observar el rostro del castaño pero era imposible, aquel rostro era realmente hipnotizante, luego el castaño bajó la mirada sonriendo con suavidad.

-¿Quieres caminar con esa torcedura y que se inflame como la última vez? además mira nada más cómo te quedó el rostro si lo haces volverás a caer- Dijo retándola –E-es que yo creo que la señorita Nébula no se sentiría cómoda con esto...- Dijo en tono triste, mientras bajaba un poco la mirada, el castaño se percató de aquello.

-¿Estás celosa?- Preguntó, sin embargo su expresión no cambió en ningún instante -¡Claro que no!- Exclamó la azabache, sin embargo hizo un mal movimiento empujando al castaño con sus manos al levantarlas y Hao la soltó accidentalmente cayendo sentada al suelo -¡A-Auch! Qué daño...- Dijo la joven mientras presionaba los ojos pues el golpe realmente le había dolido.

-¡Lo siento!- Dijo el castaño, la intentó levantar pero la joven se puso de pie con mucha dificultad –He dicho que puedo caminar sola...- Melody dio unos pasos pero el pie le dolía mucho, así que se quedó detenida tres pasos adelante, por su parte el castaño la siguió y suspiró –Deja de ser tan terca ¿Qué te pasa? Desde hace rato me estás ignorando- Volvió a decir el castaño, sin embargo la joven suspiró mientras intentaba ocultar su rostro, pero el castaño levantó su mentón para que lo viera a los ojos -¿Estás enojada conmigo?- Volvió a preguntar, Melody desvió levemente su mirada recordando lo que había visto en el barco -¡No!- Dijo con fuerza –Sólo quiero estar sola...- Volvió a decir –Por favor... entra yo quiero esperar un momento...aquí afuera- Dicho aquello el castaño soltó su mentón mientras emitía un suspiro de resignación -¡Está bien! Haz lo que quieras- Luego se dio la vuelta y entró a aquel lugar, aquellos guardias observaban aquella pelea con interés, por su parte la azabache levantó la mirada viendo la espalda del castaño alejarse –Tonto... actúas como si no supieras nada...- Murmuró, luego de un buen rato la joven empezó a caminar, sin embargo cojeaba mucho pues no podía recargar su pie en el suelo.

-¡Señorita!- Dijo uno de los guardias quien le llevó un par de muletas –Tenga, con esto le será más fácil caminar- La joven se sorprendió y se colocó aquellos artefactos y empezó a caminar mejor –Muchas gracias...- Dijo mientras el guardia caminaba a su lado –No me agradezca a mí, fue el príncipe Hao quien lo envió, así que por favor no sea tan dura con él, por lo regular el príncipe no es así de blando y considerado con las personas- La joven dirigió su mirada a aquel hombre –Conozco al joven desde años atrás y jamás lo había visto actuar con tanta consideración con una mujer, pienso que usted debe ser especial para él- Luego de haber entrado aquellas puertas se cerraron y la joven bajó levemente la mirada –Supongo que sí...- Luego de aquello el guardia le hizo una reverencia y la joven sonrió levemente y siguió su camino "¿Especial para él? Aunque lo diga de esa forma creo que él me ve como su hermana o algo similar... además Nébula y él se besaron conscientemente... el beso que supuestamente me dio él fue por urgencia, si no hubiera sido por eso no lo hubiera hecho..." Pensaba la joven, mientras se acercaba más a la entrada de aquel palacio.

Las princesas del Reino del NorteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora