Capítulo II: El viaje del reino del sur

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Habían pasado dos días desde que el rey había llegado al reino del norte, y ya era momento de que todos se marcharan al reino del sur.

-Mis pequeñas niñas, espero verlas pronto- El rey Yúan, se encontraba agitando su mano, despidiendo aquel barco, mientras las cinco chicas despedían a su padre, su madre no se encontraba en el reino pues una semana antes había salido de viaje.

Las jóvenes agitaban las manos, despidiéndose de su querido padre y ahora estaban a punto de enfrentar una nueva aventura, donde el destino les tendría preparado algo diferente.

-Señor, hasta ahora las jóvenes se ven como unas humanas ordinarias ¿Está seguro de continuar con esto?- Preguntó el consejero del rey, mientras éste se encontraba sentado en su oficina, ubicada en un lugar muy asegurado en aquel barco.

-El hecho de que ellas no demuestran ninguna habilidad, no significa que no la tengan, es peligroso si no tenemos cuidado con ellas-

-¿En serio piensa comprometer a las jóvenes princesas con los príncipes?-

-- Dicho esto el rey puso sus manos debajo de su mentón, mientras pensaba detenidamente la situación.

Mientras tanto las chicas se encontraban en una habitación grande, dentro de aquel barco, todas se quedaron juntas.

-Oigan, he escuchado que los príncipes de ése reino son realmente malvados- dijo Jeanne

-¿Malvados?- Preguntaron todas

-Sí, así es, se dice que el peor de ellos es el mayor, pues en la guerra con el reino del oeste, gracias a él ganaron ¿Se imaginan qué clases de hombres son?-

-El tipo de hombre que mata...para conquistar...- Murmuró Pilika

-Deja de asustarlas- Exclamó la rubia, mientras se ponía de pie

-No las estoy asustando, sólo digo la verdad-

-Sí es así, creo que lo mejor es huir en seguida- Habló la peli celeste, mientras se ponía de pie con una expresión de terror –Yo quiero casarme con un joven realmente atractivo, de buenos modales y perfecto-

-No podrán escapar a ningún lugar- Habló una joven algo mayor, de figura hermosa y delgada, alta, su cabello era de un color verde musgo el cual iba amarrado con unos palillos que tenían incrustados dragones, al igual que sus ojos, vestía con un kimono casi tradicional, que tenía una apertura a un lado, en la cual se podía observar su pierna extremadamente larga y perfecta, mientras que con su mano derecha agitaba un hermoso abanico.

-Jun, eres tú- Hablaron todas al mismo tiempo, pues no la habían visto subir al barco.

-El Rey me hizo venir para cuidarlas y educarlas, así que no intenten huir, no intenten hacer ningún otro tipo de locura, el Rey se encuentra muy preocupado por todas...-

-Sin embargo, Jun... antes de ir a conocer a esas personas, me gustaría...- Habló Melody por fin

-¿Sí?- Preguntó Jun

-Me gustaría conocer el lugar antes, para saber qué tipo de personas habitan en ese lugar...- Volvió a decir la azabache

-Oh, bueno eso se puede arreglar, hablaré con el Rey para que puedan dar un paseo por el lugar y después ir al palacio, por ahora deben descansar- Dicho esto la joven salió para ir a hablar con el rey.

Es así como rápidamente transcurrieron los tres días, una vez llegó la embarcación se podía observar a lo lejos el reino, era realmente majestuoso, las nubes cubrían gran parte de aquel lugar, sin embargo conforme se iban acercando se iba observando la majestuosidad de aquel lugar, realmente ya se encontraban en el reino del Sur.

Las princesas del Reino del NorteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora