Capítulo 9: Encuentros

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Capítulo 9: Encuentros

Se despertó con su quisquilloso aparato insuflando aire, abrió un ojo y miró la silla, el libro seguía estando ahí. Hizo un pequeño berrinche en la cama y se levantó, Damon no la había visitado. ¿ Que a caso estaba loca? Desde el suelo hasta su ventana habia unos 5 metros, ¿ En qué momento pensó que él iba a escalar hasta su ventana? Pero.. ¿ Cómo habia llegado hasta allí el diccionario? " Ni que fuera Romeo y Julieta" murmuró. El dia ya no le parecía tan grandioso como el anterior, aunque tenía un plan.

Se colocó su ropa de gimnasia, ya que los viernes tenía deportes, se ató una alta cola de caballo, se maquilló, y buscó sus pequeños aros de la suerte. Eran unas pequeñas piedras azules que le había regalado su madre al cumplir los 10 años, los conservaba desde entonces. Puso todos los libros en su bolso, incluso el ancestral diccionario, y fue rumbo a la escuela.

En medio del camino se encontró con Anny, que iba caminando con unos pantalones blancos fenomenales. Su ropa siempre iba a la moda, tenía una remera estampada verde bajo una fina chaqueta y un pañuelo de gasa enlazado al cuello

- Anny, qué sorpresa!! Porqué no fuiste ayer al colegio? Y qué no vas hoy tampoco?

A Anny se la veía esquiva, tímida, no era la Anny sobreexaltada de siempre

- Ayer estuve.. con un par de problemas y no pude ir.. - se la veía esforzándose por pensar cada palabra antes de decirla - y ahora estoy yendo al colegio contigo, cómo que no voy al colegio?

Lucy se frenó y le hizo un ademán para que viera su ropa

- Y la ropa para deporte? Qué, te olvidaste?

La pequeña rizada por fin sonrió, lentamente estaba sliendo de su burbuja

- Obviamente que no, pero no pensaste que iba a andar todo el día pavoneándome de joggins por el colegio, no es cierto? Traigo el bolso para cambiarme - señalandolo

Lucy soltó una carcajada y tomó del brazo a su amiga para seguir caminando hasta el instituto.

Le extendió la prescripción del MAPA a su profesora de gimnasia, quien la miró con cara de disgusto y la envió a sentarse a las gradas. Lucy estaba bastante aburrida, era malísima en los deportes pero al menos se hubiera divertido. Miraba el reloj a cada rato, llevaba todo el dispositivo de medición bajo su campera de joggin azul, y aunque no se notara para los demás, ella si lo notaba, insuflándose y desinflándose varias veces cada hora. 

Tenía la mirada perdida en el campus hacia largo tiempo, cuando un ruido la desconcentró porque alguien puso un pié en la grada.

- Buenos dias, qué no haces gimnasia?

La voz profunda lo delató, ella no lo podía ver hasta que se puso una mano en la frente para taparse el sol. El profesor Santangelo estaba allí, con una mano agarrando una pila de apuntes, y con la otra sosteniéndose de una baranda. Su saco marrón estaba desprendido, y con los rayos solares sus ojos parecían la vista espacial del planeta Tierra. Ella lo admiró, parecía un modelo sacado de una revista, su pelo estaba acomodado a la perfección y su piel era lisa como la porcelana, pero todavía tenía recelo por el planteo de no ayudarla a traducir el libro de la biblioteca.

Dió vuelta la vista en seco, mirando a sus compañeros

- No puedo, tengo una prescripción, problemas de corazón... -

- Y qué te sucede exactamente?

- Una enfermedad rara, larga de explicar. Aquí hay un médico que parece muy bueno, por eso me mudé aquí. En fin... - se paró dándole la espalda a Paul y se dirijió a sus compañeras que habían terminado la clase. -

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