HISTORIA DE UN ANGEL

Capitulo 9: UN MUNDO DIFERENTE

Aquel día llegue a casa muy tarde y me di con la sorpresa que la chapa de la puerta principal había sido forzada, los ladrones habían entrado y se llevaron todas las cosas que papá y mamá compraron con mucho esfuerzo, la casa estaba muy desordenada... Aun así, solo me fui a mi habitación me acosté en mi cama y dormí, dormí muchísimo. Esa noche soñé con mis padres, que se acercaban a mi y me abrazaban, me daban mucho cariño e incluso desperté escuchando el llamado de mamá para el desayuno, aunque sabía que no era cierto, me levante de la cama y fui por algo de comer... No encontré nada.
Arregle la casa e hice la limpieza recordando como mamá la hacía,  aun podía ver a papá mirando el fútbol en la TV que por cierto, ya no estaba... Sentía tanta nostalgia, Dios, los extrañaba tanto. Arregle la chapa de la puerta y desde donde yo estaba se podía ver el callejón donde fuimos atacados y me acerqué... La sangre de mis padres aun se notaba en el piso del callejón, si, aun estaba esa maldita roca que destrozo la cabeza de papá... Recordé como ese SALVO mato a papá y acuchilló a mamá fue horrible recordar aquel momento... Limpie el lugar y lo pinté para que no quedara mas recuerdo de ese terrible día, yo aun tenía mucha hambre, no había probado nada desde que salí del hospital, la cuestión es que por el momento yo no podía hablar, iba a ser muy difícil buscar comida.
Sucio, desordenado, mal oliente, gris, son algunas de las palabras que podrían describir las calles llenos de vagos, asaltantes, gente de mal vivir y que por cierto.... Todos eran SALVOS!!! todo era muy extraño, como dije en algún momento reconocer a un SALVO era muy fácil y habían hasta policías que tenían estas características, sin embargo era muy difícil ver a una persona normal en las calles y lo peor de todo es que no sabia si esto era solo en mi ciudad o en todo el planeta... Ya las grandes empresas de Telefonía e Internet habían dejado de funcionar, los Servicios primarios como el agua y la Luz eran muy escasos, las noches eran mas oscuras y los delitos se cometían con tanta facilidad, los SALVOS por extraño que parezca no se alimentaban mucho y no tenían un aseo personal no necesitaban de agua para lavarse y la luz les molestaba, estaban convirtiendo la ciudad en un verdadero infierno.
Accidentes a toda hora, robos, asesinatos, el mundo estaba de cabeza era un mundo diferente, totalmente diferente al que conocía antes del... "accidente", los manicomios soltaron a sus enfermos, las prisiones soltaron a sus reos, los hospitales permanecían vacíos, el mundo realmente parecía haber llegado a su fin.
Tenia mucha hambre, Y no tenia dinero, tampoco podía hablar... Los supermercados se encontraban cerrados y de los restaurantes ni hablar... Y así pasaron 3 días ... Entonces decidí entrar a una casa para robar comida, rompí en vidrio de la ventana de alguna puerta trasera y entré de frente al congelador, saque todo lo que mis manos me permitieron y corrí y corrí tanto, cuando llegue a algún lugar seguro empecé a comer, muy desesperado... Estaba hambriento!!! Y después de saciar mi hambre, pensé en lo que había hecho... Robar.
Supongo que en un mundo como este el mas fuerte sobreviviría, "esta bien lo que hice" me lo dije a mi mismo, después me puse a pensar... Y si esa comida era de alguna madre que tenia que alimentar a sus hijos, o de algún padre que con tanto esfuerzo la había conseguido... En realidad me sentí mal, pero era necesario... Estaba muy débil, prometí que algún día devolvería esa comida robada.
En algunos de mis sueños me veía echado en la camilla del hospital, con mis sondas y mis tubos por todos lados, y sentía que alguien me hablaba... No entendía el porque.
Así pasaron 4 meses y las promesas de regresar la comida desaparecieron, la conciencia sucia de haber dejado a algún infante sin alimento, desapareció, incluso desapareció la vergüenza de haberme convertido en un ladrón de comida, que mal.
Un día mientras me escondía entre los arbustos para poder robar mis alimentos sentí que alguien dijo mi nombre casi susurrando, hacia bastante tiempo que no escuchaba mi nombre, casi ni lo recordaba y hasta pensé que lo había imaginado pero volví a escuchar mi nombre y mi apellido susurrado, mire hacia todas las direcciones y de una ventana alguien me llamo, me acerque y se trataba del Dr. Mendez, quien miro hacía toda dirección y me dijo: - "Marcos, entra por favor"...