4 de Octubre

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Al día siguiente llegué a la escuela sin contratiempos, al entrar la directora me recibió con un cordial saludo y un "pequeño" trabajo que hacer: llevar un documento a todos los salones de la escuela para que los maestros lo firmarán, realmente ni era algo difícil y mucho menos molesto, a mis ojos era una oportunidad para perder el tiempo, pues no me dieron otra indicación así que podría tardar el tiempo que fuese necesario.

Después de varias horas recorriendo la escuela, supe que era tarde por la casi puesta de sol, llevé el documento a la dirección de la escuela, se la entregué a la maestra y me dirigí al baño antes de retirarme a mi hogar visitando el mismo baño del día anterior.

Al entrar a este me percaté que la puerta de la bodega estaba abierta, me cerciore de que nadie entrara al baño y que dentro no hubiese nadie para poder introducirme en la pequeña bodega, sin duda solo estaba yo y la ligera luz que se emitía por los viejos faroles del baño. Me introduje en la bodega encontrando varios utensilios de pintura viejos, escobas, asientos y estructuras similares a libreros antiguos.

Colándome entre tanta basura observé un detalle que podría jurar no existía hace años, era una pequeña puerta en el suelo de la bodega, la cual estaba cubierta por una densa cantidad de Polvo y basura.

-¿Qué es esto?

Moví con mi pie la basura que cubría la puerta y con un poco de escepticismo, en que la puerta estuviera desbloqueada, jalé de ésta mostrando unas escaleras que bajaban a lo que pareciera ser un sótano.

La adrenalina comenzó a bloquear mi sentido común y con la linterna de mi teléfono me encaminé hacia el fondo del sótano. Mis pisadas se fueron apagando conforme bajaba mas y mas, la luz del sol no alcanzaba a iluminar absolutamente nada, el olor a humedad inundo mis fosas nasales augurando algo oscuro.

"Click"

Giré mi cuerpo hacia atrás iluminando con mi celular el lugar en el que debería estar la puerta. Mi sorpresa fue enorme al dar me cuenta que no había nada en ese lugar, las escaleras simplemente no tenían fin, corrí hacia lo que debería de ser el baño y sin darme cuenta me encontraba bajando las escaleras, volví a girar mi cuerpo hacia atrás y "subí" las escaleras dándome cuenta que nuevamente me encontraba bajando hacia el fondo de ese pasillo obscuro.

El sonido de las gotas de agua estrellándose en el suelo retumbaban a mi alrededor, llevaba casi 5 minutos bajando la interminable escalera cuando muy en lo profundo se observaba un poco de luz que probablemente sería luz artificial.

La preocupación de encontrarme en ese lugar para siempre comenzó a recorrer mi cerebro, ese destello de luz podría ser una salida, pero siendo lógicos, no es nada de eso, pero no tengo otra opción.

Diario de una pesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora