Algun momento

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El pomo de la puerta giró lentamente mientras mi cuerpo la empujaba abriéndola, el pasillo en el que me encontraba era largo, totalmente recto y parecía no tener fin, de las paredes escurría una extraña sustancia verde similar a musgo líquido, era asqueroso sin lugar a dudas, del techo colgaban algunas lámparas que iluminaban una pequeña porción del pasillo y tintineaban constantemente, amenazando con apagarse en cualquier momento. No tenía otra opción, regresar al pasillo anterior con esas cosas no era una opción, sumado a ello en este pasillo no había agua, así que estaría un poco más seguro sobre el lugar que piso.

Caminé lentamente dejando la puerta abierta por si se daba la necesidad de regresar corriendo, mis pasos resonaban por todo el lugar haciendo un eco que llegaba hasta al otro lado del inmenso pasillo, o eso era lo que quería creer. Mi mente comenzó a recapacitar sobre todo lo sucedido nuevamente. Este lugar ni siquiera tiene un parecido a las alcantarillas de la ciudad, y menos a un cementerio como antes pensaba, si me preguntarán que es lo que ahora pienso de este lugar sin dudas respondería: "Una película de terror." Me arrepiento inmensamente de haber entrado a ese baño, dicen que la curiosidad mató al gato y probablemente termine matándome a mi. Por estar pensando en estas cosas no me percaté del momento en el que llegué a este lugar, un cruce con otro pasillo, observé los pasillos frente y a los lados de mí y no se podía observar final alguno, giré mi cuerpo buscando la puerta por la que entré y ya no había rastro de ella, solo un enorme pasillo oscuro idéntico a los otros 3.

-Genial.

Este lugar lentamente me estaba volviendo loco, llevé mis manos a la cabeza y me senté unos momentos en el suelo.

-¿Que es esto?

Mis manos sostenían lo que parecía ser una identificación personal.

"Vladimir Kurten, 18 años, lugar de nacimiento: Rusia, señas particulares: tatuaje de una flor en el brazo derecho."

¿Que demonios hace esto aquí? El plástico de la identificación parecía viejo y un poco rasgado, señal de un largo uso; me puse de pie rápidamente al escuchar el sonido de algo arrastrándose, mi cabeza imaginó rápidamente a los bultos anteriores así que tome el tubo metálico y me preparé para apuñalarlos, pero mi suerte no era esa, una criatura humanoide compuesta por el mismo musgo y carne purulenta se acercaba a mi lentamente, arrastraba las piernas de lo que parecía ser un perro muerto; la criatura no tenía rostro ni nada, en el pecho parecía existir un agujero que lo atravesaba y dejaba ver a través de él.

Mi cuerpo no respondía, mis piernas parecían atascadas, enraizadas en el suelo y sin ayudarme, ¡Esa cosa se acercaba cada vez más y no podía hacer nada!

-¡Muévanse! ¡Muévanse por favor!

La criatura estaba a tan solo unos metros de mí y se percató de mi existencia pues soltó el cadáver del perro y emitió un grito chirriante que heló mi cuerpo, su velocidad aumentó drásticamente y cuando estaba apunto de atraparme en sus asquerosas manos pude mover mis extremidades y saltar lejos de él, con fuerza giré mi cuerpo para después golpear la cabeza del monstruo destrozándola al instante. El cuerpo cayó al suelo destrozándose mientras liberaba un enorme ojo que me observaba, tomé el tubo y atravesé el ojo destruyéndolo al instante, acabando con la vida de esa cosa. Corrí hacia el pasillo que estaba frente a mí sin importar cual fuera, y cuando llegue al final del pasillo me encontraba en un enorme lago subterráneo con maleza y un hedor penetrante.

-Deben de estar bromeando...

Diario de una pesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora