El Hospital De La Metamorfosis. (Actualizando)

Bestiario

El es como un hombre grande y corpulento, al parecer es calvo y tiene muchos tubos que se conectan en su espalda y cuello, es tuerto en el ojo derecho y ciego en el izquierdo, su mano parece recién cortada, despide un hedor horrible y aun gotea.

~Oye... Oye, humano, aquí abajo.

-Al parecer, el libro que nuestro protagonista posee, tiene la capacidad de hablar. Su cubierta es roja y sobresale de ella un ojo de color verde y una boca con dientes afilados- 

~Pero que demon-

~¿Quieres guardar su información verdad?

~Si, claro.

~Te dejare llenar mis paginas paginas. Pero a cambio de eso necesito tu sangre, puedes hacerte una pequeña cortada en tus muñecas y derramar tu sangre en mi boca. 

~Hmmm... Claro

Derrame la sangre que brotaba de mi brazo y se la coloque en su boca. El dijo aun con sangre en la boca que sabia como salir de la celda, al parecer este libro era del anterior recluso, me dijo que sus paginas estaban repletas de información, pero que me las ensañaría en su debido tiempo.

~Oye, podemos salir por aquí. -dijo, señalando un agujero posicionado detrás de una pila de cajas.

Aparte las cajas y me escabullí por el agujero. Casi al instante comencé a escuchar pisadas, parecen estar mojadas, puedo escuchar el ruido que hacen cuando caminan. cada vez se hacen mas fuertes, tenia que esconderme rápido. Me escondí rápidamente debajo de una camilla. Aquel extraño sujeto comenzó a caminar cada vez mas cerca, el bestiario indicaba que era un errante, una especie de criatura que camina por estos pasillos, porta una hacha que arrastra por el piso, ademas de una ropa andrajosa. 

Dejamos que el errante siguiera su curso y corrimos hacia la siguiente sala. Escuchamos ruidos de electricidad y alaridos humanos. Nos asomamos a la ventana de la sala, y notamos como un enfermero le daba choques voltaicos a un pobre hombre que estaba sentado en una silla de madera. El pobre diablo estaba sacando espuma por la boca y sus fosas nasales, oídos y ojos estaban sangrando.

El peculiar enfermero noto nuestra presencia, giro su cabeza de una manera sobre humana y nos lanzo una escalofriante mirada acompañada por una horrorosa mueca de oreja a oreja.

Escuchamos como una puerta se comenzó a abrir, así que nos escondimos a la vuelta de la esquina, entro un hombre con una guadaña en sus dos manos y con una capucha que  junto con un bozal cubrían su rostro.

-Sonido de cristal roto-

~Mierda... patee una botella

~Imbécil... corre

El verdugo comenzó a correr para alcanzarme, saltamos un par de cajas y nos montamos en una camilla para tomar velocidad, pero el desgraciado no se cansa. seguimos corriendo, intento arrojarle cosas pero es en vano, a pesar de que una botella de vidrio con agua-oxigenada le dio en la cabeza no para. Corrimos arriba de las escaleras y por un pasillo largo. Puede escuchar alaridos de hombres y mujeres en los cuartos de alrededor. Diviso a lo lejos una venta, es el unico lugar donde salir, sigo corriendo, el hombre lanza su guadaña, salto, me estrello contra la venta y...