Parte - 4

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Nos subimos al carro y seguimos viajando bajo las estrellas.

-Oye ~Dije V-5. Quien estaba sentada a mi lado con el codo apoyado en la puerta es carro y su puño en su mejilla mirando a las estrellas~ ¿Alguien algunas vez podría brillarte tanto pero solo ser apreciado por aquellos que deciden esperar para poder verlo?

-Realmente no lo sé. ¿A qué se debe la pregunta?

-Olvídalo, simplemente abrí la boca sin pensar.

Seguimos avanzando hasta lo que parecía ser una camioneta volcada e incendiada con muchos híbridos alrededor sacando los cuerpos quemados que aún estaban dentro de la camioneta.

-Oh no, no. ~Dijo Ben, deteniendo el carro en seco, yendo de reversa~

-Ben, tenemos híbridos atrás ~Dijo V-5 con expresión de angustia en su cara~

-Al diablo con los híbridos ~Dijo Ben mientras que pisaba a fondo el acelerador y chocábamos contra ellos~

Salimos con un buen susto, con un par de abolladuras y con el parabrisas algo sucio y dañado.

Tomamos una desviación y seguimos avanzando.

Encontramos a un hombre que decía estar herido, Ben observo su cuerpo y al notar que no tenía heridas acelero y lo arrollo antes de que el desenfundara la pistola que tenía guardada.

A los pocos kilómetros de ese lugar vimos que una chica estaba desmayada en medio de la carretera. Ben insistió en que pasáramos de ella y que siguiéramos nuestro camino, pero V-5 y yo nos bajamos del carro y corrimos a ayudarla.

Tenía un pequeño hematoma en la cabeza, el labio partido y su ojo derecho estaba un poco morado. Aunque ella estaba inconsciente la subimos a la camioneta y se quedó dormida sobre mis piernas. Parecía tener alrededor de diecisiete años, al igual que V-5 y yo.

Al despertar nos dijo que su nombre era Madison. Era de tez pálida, su cabello era de un negro carbón y sus ojos eran verdes. Vestía lo que parecía ser una bata de clínica y unos shorts. No tenía más ropa así que V-5 le presto unos Jeans, unas botas cafés, una camisa negra manga larga y sobre eso una camisa roja a cuadros.

Seguimos viajando otro poco hasta que llegamos a lo que parecía ser una cabaña que estuvo abandonada por un tiempo.

-Buenos, al menos no tendremos que dormir afuera en sacos de dormir. ~Dije viéndole el lado positivo~

Madi me despertaba siempre a media noche con el pretexto de conversar y observar las estrellas desde el tejado de la cabaña.

No me molestaba que ella hiciera eso, pero tenía miedo de despertar a los demás y de fastidiarles el sueño.

El Hospital De La Metamorfosis. (Actualizando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora