Parásitos Deambulantes

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Personas despreciables, parásitos deambulantes, te succionan con una sonrisa, te matan con una jeringa. Muchos dicen ser fieles, pero en el menor descuido vuelan y desaparecen como un mosquito, dejándote solo y seco, como un árbol hueco. Regresan, pero solo para succionar más de tu esencia, esa fuente que los mantiene vivos, esas sustancia que devoran de un sorbido.

Llegan sin nada, pero pretenden irse con todo, llevándolo a la fuerza, hurtando nuestra riqueza. Sin embargo, no es difícil encontrarlas, pues abundan en el mundo, están a tu lado, diciendo ser humano, dándote la mano, picándola sin algún cuidado.

Personas despreciables, parásitos deambulantes, te succionan con una sonrisa, te matan con una jeringa.

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