에필로그

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Habían pasado dos años desde que Jeon Jungkook se había ido de la ciudad.

Park Jimin leyó sus diez cartas más la letra de la canción que compuso especialmente para él cada día desde ese entonces. Intentó ponerle ritmo y melodía a la canción en varias oportunidades, pero nunca estuvo conforme con el resultado porque deseaba que fuese Jungkook quien se la cantase con el ritmo y la melodía que él mismo creó, con esa hermosa y dulce voz que él sabía que el chico poseía.

Terminó con su novio Kim Taehyung cinco meses después de su partida al darse cuenta de sus verdaderos sentimientos.

No. No se enamoró de Jungkook milagrosamente de la noche a la mañana a consecuencia de unas cartas, simplemente supo que lo que sentía por Taehyung radicaba de la costumbre de estar a su lado. Fue su pareja por cinco largos años, desprenderse de su relación no fue fácil.

Durante el tiempo que estuvo separado de su ex novio antes de su reconciliación, pasó cada momento al lado de Jungkook. Había olvidado lo que era estar con él, pasar tardes enteras en su cálida compañía, y se había llegado a sentir muy mal por haberlo alejado de esa manera.

Lo extrañaba. Sentía que hacerlo era algo hipócrita de su parte después de todo el sufrimiento que le causó sin darse cuenta, pero lo extrañaba de todas formas. Y mucho. Fue por esa razón que buscó a los padres del chico y averiguó su paradero en la capital. Tenía que verlo de nuevo. Le tomó varios meses decidirlo, su inseguridad lo hizo desistir más de un par de veces. Pero quería saber si había algún reparo, sentía que debía al menos intentarlo, no le importó el que Jungkook en su última carta haya expresado que intentaría eliminar sus sentimientos hacia él. Tenía que intentarlo, se lo debía. Y si ya no lo amaba lo entendería.

Estaba preparado para cualquier escenario en el momento en que se encontraran. Dolor, indiferencia, ira, ignorancia..., odio. Cualquier cosa que sintiese se lo merecía. Si lo odiaba se lo merecía, repetía en su cabeza una y otra vez. Sin embargo, sabía que de igual forma le dolería. ¿Por qué nunca notó los verdaderos sentimientos del que fue su mejor amigo de infancia? No, la verdadera pregunta es: ¿por qué nunca hizo nada si tenía sospechas de lo que el chico sentía? Sabía que Jungkook no era normalmente un chico celoso, siempre fue seguro de sí mismo con respecto a sus relaciones sociales incluso desde pequeño, entonces, ¿por qué no actuó cuando el chico se molestaba por pasar tanto tiempo con Taehyung cuando eran niños? ¿O por qué no supuso que el que no se llevase bien con su novio eran por celos y dolor?

Definitivamente era un idiota.

Pero ya estaba allí, iba a tratar de remediarlo. Miraba hacia el frente, de pie ante la gran estructura ante sí que contenía a cientos y cientos de jóvenes estudiantes deseosos de expresar y aprender más de su arte favorita. Sentía que se iba a desmayar, sus manos temblaban y un sudor frío recorría toda su espalda. Estaba muy nervioso y vacilaba entre si ingresar o no al edificio de la universidad de una vez por todas.

Luego de armarse de valentía y entrar, pasó más de una hora averiguando dónde podía localizar a Jungkook. Logró encontrar al susodicho en una sala de música acompañado de un chico de cabello negro azabache más bajo que Jungkook, de tez pálida como el papel. Sentía que lo conocía de antes, pero no recordaba de dónde. Ambos jóvenes estaban inmersos en un portátil turnándose para teclear en éste mientras se reían cómplices y se miraban con diversión el uno al otro.

Una punzada de tristeza atacó su pecho al imaginar que esa podía ser su pareja. No era para menos, se veían muy cariñosos entre sí. De repente sintió que no podía hacer nada allí. Ya todo estaba hecho. Iba a irse. Estaba preparado para voltearse y salir de allí cuando el chico alto de cabello castaño y ojos grandes, hermosos y brillantes miró en su dirección.

personal ━ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora