Capitulo 7

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Pov Jimin

Era hora de salida y me encontraba fuera del colegio despidiendo a mis alumnos y a sus madres, que eran las que los venían a recoger.

Vi que EunBi, salió del salón y se encamino hacia la calle, rápidamente termine de despedirme de la última señora y corrí hasta alcanzar a mi futura hija.

-Linda, ¿A dónde vas?-

-Creo que a mi casa, no estoy segura.- Respondió con notable sarcasmo.

-Por supuesto- Suspire –A lo que me refiero es ¿Por qué no esperas a que tu papá venga por ti?-

-Él no lo hará, acabamos de mudarnos aquí, y mi papá es nuevo en el trabajo, así que dijo que no podría venir por mí por lo menos por dos semanas.- Lo dijo tan a la ligera, como si estuviera acostumbrada.

-¿Está muy lejos tu casa?-

-Un poco- Dijo encogiéndose de hombros, restándole importancia.

-Yo te llevare.- Le ofrecí mi más grande sonrisa.

-No gracias, quizá se me contagie lo pervertido.- Emprendió su caminata.

Suspire frustrado, no iba a discutir con esta pequeña niña... seguro yo saldría perdiendo la discusión.

Solo camine junto con ella. Estuvimos un rato caminando hasta que llegamos a un puente, ella no hablaba y yo tampoco, este silencio me estaba matando.

-Oye, EunBi, yo enserio quiero que nos llevemos mejo...- EunBi detuvo sus pasos abruptamente. Y se volteo hacia mí.

-Hoy es lunes, empezare a cobrarle de ya, así que menos plática y más dinero en mis manos.- Dijo para tender su mano frente a mi esperando por el dinero.

Resignado saque mi billetera y le di un billete de 100 pesos.

-Ten, para que te compres todos los unicornios que quieras.- Le respondí con fingida inocencia.

Ella no dijo nada y se bajó del puente, rodeo este y fue hacia un señor que se encontraba con un vaso desechable en su mano, donde al parecer recibía las limosnas. EunBi, llego con él y metió el billete que le acababa de dar al vaso del señor. El señor se sorprendió al ver la cantidad que EunBi le había dado y enseguida le empezó a agradecer desesperado. Intercambiaron unas cuantas palabras, EunBi sonreía, tenía una muy linda sonrisa, como la de su padre. EunBi se despidió del señor y lego corriendo hacia mí.

Ella siguió caminando, pero yo me quede parado con mi vista perdida hacia el señor, que se había ido a comprar algo para comer en la tiendita. Esta niña me sorprendió.

De pronto sentí una fuerte nalgada, voltee inmediatamente a ver quién era el causante. Estas nalgas están reservadas para que Jungkook tenga de que aferrarse cuando lo esté penetrando.

Y el, o mejor dicho la causante de esto fue la tierna niña, que para mis suerte sería mi hija en un futuro.

-Apúrese profesor pervertido, ¿o quiere que lo deje aquí?- Pregunto divertida.

Esto sonara raro, pero creo que me empieza a amar.

(...)

Después de caminar un par de cuadras más, llegamos a su casa y para mi sorpresa me invito a pasar.

Esta niña empieza a quererme, yo lo sé.

-Bien, como casi de todo, iré a cambiarme, mientras prepara mi comida.- ¿Eh?

-Oye, oye, oye. ¿Qué quién va a cocinar?-

-Pues usted, o ¿dejara a una niña de casi 6 añitos arriesgar su vida cocinando?- Pregunto haciendo pucheros. –Eso no le gustaría a mi papi.-

-Eres... una chantajista.-

(...)

Prepare la comida, EunBi y yo comimos, pasaron un par de horas y cuando yo ya estaba por irme se abre la puerta principal.

Jungkook entro a la casa casi corriendo.

-¡Bebe ya llegue!- Grito emocionado.

-¡Qué bueno papi!- Grite lanzándome a Jungkook, dándole un abrazo.

EunBi estaba en su habitación, tenía que aprovechar y manosear discretamente a mi futuro marido, solo una probadita antes de la luna de miel.

-¿Profesor Park?- Pregunto tratando de sepárame, lo cual no logro del todo, solo le di un poco de espacio personal.

-Llámeme Jimin, con toda confianza Sr. Jeon.- Dije dándole palmadas en su trasero.

Santo cielo quería llorar de felicidad y amasar con mis manos su bien formado trasero, pero tenía que contenerme.

-Entonces usted llámeme Jungkook, Jimin.- Sonrió alejándose de mí. –Pero ¿y qué haces aquí?-

-EunBi pretendía venir sola a casa, no podía dejar que anduviera sola por las calles.- El rostro de Jungkookie se transformó en una mueca de tristeza, ¿va a llorar?

Vi como una lágrima tras otra empezaban a salir de sus ojos y me alarme.

-No, no, no, ¿porque lloras? No llores.-

-Soy un pésimo padre Jimin.- Dijo empezando a llorar muy fuerte. Enseguida lo abrase y me senté en un sofá con él a mi lado, sin aun deshacer el abrazo.

Una vez se calmó empezamos a platicar, escuche sus preocupaciones y le di mis mejores consejos.

-Si no te molesta, yo podría encargarme de traer a EunBi de la escuela, me quedaría a aquí con ella hasta que tu llegaras.- Sugerí.

-Eso sería genial, se lo agradecería mucho, pero no sé si a EunBi le parezca.-

-No se preocupe, como ya le había dicho ella termino enamorada de mi.- Sonreí.

Se oyeron pasos en la escalera y EunBi apareció por ahí. Enseguida al ver a su papá salto sobre el dándole un fuerte abrazo. Mis manos cosquilleaban, quería formar parte de ese abrazo.

-Hola amor, bebe ¿quieres que tu Profesor se haga cargo de ti por estas semanas?- EunBi, no me traiciones.

-Claro que si papi, el Profesor Jimin es el mejor profesor de todos- Dijo para esconder su cabeza en el pecho de Jungkook, pero volteo su cabeza y l verme saco su lengua.

Ya verás EunBi, tendrás que terminar compartiendo a tu papi conmigo.

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