Capitulo 2

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Abrió los ojos lentamente para casi inmediato los volvió a cerrar por culpa del brillante sol que se colaba por las cortinas de la ventana, talló sus ojos y espero a que estos se adaptaran a la iluminación, tardo un rato en suceder pero no importaba, después de todo tenía todo el día para tomárselo libre ya que su trabajo iniciaba a altas horas de la noche.

Se arrastró por el colchón hasta llegar a un extremo de éste, se colocó sus pantuflas y caminó hacia la puerta de la habitación para así abrirla y salir al pasillo.

Una suave brisa llego a su piel, provocando que un escalofrió recorriera todo su cuerpo, corrió a cerrar la ventana de la sala que al parecer había estado abierto toda la noche. Cerró al igual la cortina para así mantener el calor según él, aunque realmente eso no afectaba en nada.

Caminó por la sala pasando por el comedor y llegando a la cocina, su departamento era tan pequeño que sólo disponía de una recamara y un baño; la sala, cocina y comedor se encontraba en el mismo cuarto aunque no era como si fuera tan malo ya que no tenía tantas cosas y el espacio era bastante amplio.

Por ir tan metido en sus pensamientos terminó golpeando su dedo meñique del pie contra uno de los soportes de la mesa. Se retorció por el dolor y en un brusco movimiento terminó también golpeándose contra la mesa dejando que algún utensilio que seguro había dejado la noche anterior, cayera al suelo y se rompiera.

Sí, definitivamente él era la persona con más mala suerte en el mundo. Rió vacilándose, dejo los pedazos de cerámica regados por el suelo y se dirigió hasta uno de los aparadores para sacar una taza de la misma vajilla que el plato que se rompió. Dejo el recipiente sobre el gabinete y fue hacia la estufa para encenderla con ayuda de la llama del encendedor. Ni siquiera tenía el suficiente dinero para comprarse un cafetera.

Dejó el agua en la cafetera para que hierva, fue hasta el pequeño sofá en medio de la habitación y con el control remoto encendió la pequeña televisión que posaba sobre un estante de madera rustica. Bueno, al menos su hogar no estaba en tan malas condiciones.

Al cabo de un rato el chillido de la cafetera dio indicio a que el agua ya había hervido, se levantó de su lugar con mucha pereza y caminó con los pies descalzos para apagar el fuego. Vertió agua en la taza y se remarco a sí mismo comprar una cafetera después de pagar la renta para que así no le echen.

El recuerdo del disfraz de Ryan vino a su mente.

«Así que no era un sueño»

Los últimos días se preguntaba él mismo si aquella escena realmente había sucedido o sólo era producto de su imaginación. Parece que al final descubrió que su mente no le jugaba una broma y el chico vestido de Ryan sí existía.
Pero quién era la persona debajo de aquel disfraz de oso, la pregunta rondaba por la cabeza de Nam, no podía sacarse la imagen de ese personaje de su mente por obvias razones.

1. Era su personaje favorito, y...

2. Algo se había removido dentro de su pecho desde ese día.

No sólo no podía dejar de pensar en aquel oso, sino que el sentimiento seguía inundando su ser pero no de la misma manera que lo sintió viendo la espalda del disfraz alejándose, ahora el sentimiento era menor pero seguía ahí, alimentando la curiosidad y las ganas del castaño de ver ese oso sólo una vez más para confirmar lo que sentía.

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⌜Disclaimer || NamSeok⌟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora