Capitulo 2

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Muchas gracias por leer

El humo le provocaba asfixia, sentía el cálido cuerpo de su madre cubriendo el suyo, podia sentir como algunas partes de más estaban mas calientes, y se sentian pegajosas. Un líquido viscoso escurría de esas áreas.

Aunque le hablara a su mamá ella no contestaba. Le pedía que se quitará de ella. Muy pronto el fuego ilumino el área donde estaban, y lo que vio en su mano la dejó petrificada, era sangre.

Los gritos de la pequeña aunmentaron, llamando a su madre la cuál no respondía y tenia sus ojos cerrados. Su respiración se había detenido, y sus organos de igual forma dejaron de hacer su trabajo.

-¡Mamá! -

La pequeña la llamaba con todas sus fuerzas pero la mujer no respondía. Una desesperación imvadio el cuerpo de Izuku, intentando gritar y golpear a su madre para que esta despertará.

-Mamá, prometo limpiar y lavar, pero por favor despierta, prometo ser buena niña, por favor despierta- le gritaba a todo pulmón

Cuando sintió que alguien la alejaba del cuerpo de su madre. No quería dejar a su madre a merced del fuego. Rasguñaba a la persona que la tenía atada en contra de su voluntad, para perderse en un camino oscuro como túnel.

Mamá:

¿Hasta cuando podre agarrar tu mano?
¿Hasta cuando podre sentir tu cariño?
Solo quiero que estés junto a mí, aunque te enojes conmigo, aunque te diga te odio siempre estas conmigo y me quieres por igual.
Mamá te quiero, te extraño, ya nunca podre volver agarrar tu mano ¿Mamá?.
Me avergüenzo cuando agarras mi mano mas no te suelto por que no se cuando te vallas de mi lado.

Mamá te amo.

Autor:Nekotama96

Despertó en un lugar húmedo y frio la sangre que no era de ella se habia secado.

-Señor despertó, es una niña adorable-

-Calla Marcos, es solo mercancía, vamos has tus esas cosas para guiarnos-

-Son mariposas señor y ¿verdad que son útiles? -

-Para nada solo se pasean por ahí y no hacen nada útil -

-Si son útiles, sin ellas no podriamos encontrar rastros de sangre-

El hombre de cabello rubio calló, para después agarrar a la niña y llevarsela la cual estaba en shock.
Las mariposas se pegaban a sus manos pues el olor a sangre las atraía, pero se alejaron cuando su dueño las llamó.

Salieron de aquélla bodega para subir a un pequeño bote pesquero, la brisa marina era refrescante pero esa sería la última vez que viera tal cielo estrellado. Por que estaría encerrada, por mucho tiempo, antes de que escaparan.

La isla, a la cual llegaron era una antigua prisión que fue usada durante el periodo osuro de los quirks. Fueron recibidos por alguien cubrierto totalmente.

-No vamos a pasar, solo dame el dinero y te damos a la niña-

El hombre aceptó sacando un gran fajo de billetes. El lider los recibió contando el dinero era suficiente.

-Marcos, dale a la niña nosotros nos largamos-

El nombrado asintió y la entregó, vio su rostro de piedad pero este lo ignoró no era la primera vez que hacía este trabajo, no podia salvar a una niña cuando ya había entregado a mas de 30 niños de varias nacionalidades.

El hombre la recibió y se fue. Los otros dos tambien se fueron. La pequeña Izuku fue agarrada como costal de papas. Pero en esos momentos pensaba en su mamá.

Una celda en aquella prisión se convirtió en su hogar, donde apenas iniciaba la tortura.

En otro lugar de la misma prisión:

Dos niños dormian juntos, en una esquina de la celda, agarrados de las manos, soñaban en ser libres.

Entre sus sueños recordaban en como llegaron a ese lugar.

Flash back:

En los barrios bajos de la ciudad de Tokio, varias familias viven e intentan sobrevivir.

Entre unos de los callejones, un niño lloraba, su cuerpo se encontraba lleno de raspones. Pero estaba más triste viendo como el gato de peluche que le habían regalado estaba desecho, el relleno de algodón estaba esparcido en todo el suelo.
Susurraba cosas que no se entendían pero se daba a entender que estaba enojado y triste.

Si tan solo se hubiera dado cuenta que los niños mayores lo seguían jamas hubiera sacado a bigotes.
Ellos lo rompieron a pesar de que les grito e imploro. Uno de ellos le dio una patada en su estomago y le dijo niño maldito y otro villano, no era su culpa haber nacido con ese quirk, de controlar las acciones de las personas no era su culpa.

-Oye ¿Estás bien? - un niño de cabello negro le habló entre sus brazos traía una pelota azul

-Vete- fue lo único que pronunció y se escondió entre sus brazos

El otro niño lo ignoro y agarro al peluche, de su bolsa saco estambre y amarro al gato de una forma rara.

-Mira tu gato ya se recuperó -

El de cabellos morados volteo a ver a su gato y - Es horrible, bigotes es hermoso, no eso- y su llanto volvió a ser más fuerte

El otro no sabía que hacer - No llores, si dejas de llorar te daré mi pelota -

-No la quiero-

-Vamos deja de llorar y te dire mi nombre-

-No quiero saber tu nombre -

-Es Kirishima Eijirou y el ¿tuyo? -

-Hitoshi Shinsou-

-Ya has dejado de llorar, hurra-

El de cabello morado, agarro a su gato y sonrió al menos el señor bigotes ya estaba mejor que antes.

Despues de ese día se volvieron buenos amigos, Hitoshi su madre no trabajaba de forma consecuente pero si tenia un empleo, en cambio su padre trabajaba como informante para policias.

En cambio Kirishima su madre siempre traía hombres todos los días y el se quedaba encerrado en el ático o con una vecina, nunca conoció a su padre tal vez fue algún cliente de su madre, pero su madre aun así lo amo.

Pero en un atentado, los padres de ambos murieron. Sus hijos jamás lo supieron ellos durante una semana y media esperaban su regreso.

Algunas veces frente a la estación del tren o del autobús. En cambio Kirishima siempre la esperaba frente al barrio rojo. Uno de las mujeres que trabajaban ahí le dio la triste noticia.
Su madre era una de las personas que más amaba. Y la perdió sin haberse despedido de ella y sin decirle cuanto la amaba.

Ambos se quedaron juntos como hermanos sin relacion de sangre. Sobrevivían hasta que un día, un hombre rodeado de mariposas y con una sonrisa gentil les ofrecio trabajo.

Lo que unico que no sabían es que en este experimentarán con ellos y no serían libres hasta que la conocieran.

Presente

La pequeña gritaba y sus lágrimas no paraban, quería salir de ahí hasta que una mujer de cabello azulado y vestido negro se acercó a su celda y le sonrió, para después pegarle con un látigo provocando que su pequeño cuerpo se fuera hacia y se terminará golepando en una pared.

-¡Callate! -

La pequeña Izuku sentía como una pequeña gotas de sangre escurrían de su nariz y el miedo la invadió.

Continuará...

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