Capítulo 9

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Muchas gracias por leer

Su cuerpo tembló y se arrastró hacia atrás, frente a ella estaba él.

-Mi pequeña conejilla de indias, ven conmigo -

El hombre la jalo fuertemente del brazo, dejando hematomas alrededor de este.
Aunque quisiera gritar no podía, cuando reaccionó estaba en un lugar demasiado caliente.

-Marquenla, quiero que su marca sea la de un diamante, para que jamás olvide lo que le hicimos-

Uno de las personas dentro de la habitación asintió y tomó a la pequeña, la cual se intentaba defender, pero todo era en vano.

-No te va a doler tanto-

Menciono la mujer, Izuku solo veía como de los dedos de esa mujer emitían una extraña luz, pero sabía que no era bueno, cuando intento huir, otras dos personas la sostuvieron.

Si su voz estuviera, sus gritos serían ensordecedores y de dolor harían a cualquier persona detener esa tortura. Pero nadie escuchaba y solo veían aquel rostro infantil, llorar y los hermosos ojos esmeralda pedir ayuda.

-Es demasiado pequeño, hazlo mas grande -

-Pero señor -

-He dicho más grande -

La mujer hizo que sus manos otra vez brillarán, su don le permitía dibujar en cualquier persona o objeto, pero dependiendo de que cosa se dibujara el dolor incrementaría para la persona.

-Está listo señor-

-Es hermoso, un diamante perfecto, buen trabajo -

Izuku temblaba y no podía caminar bien, el dolor en la espalda era demasiado intenso, a la vez que caminaba dejaba un rastro de sangre a penas notable, señal de la herida en su espalda.

Cuando Izuku ya no pudo caminar, se tiro al suelo y se protegió a si misma, sus brazos a penas podían mantenerse en esa posición.

-Vamos no pierdas mi tiempo-

El hombre la arrastraba por el suelo, el cansancio psicológico como el dolor, hacían de ella ya no poder resistir y poco a poco su consciencia se iba apagando.

-Señor- un hombre vestido de forma elegante lo saludo y después miró hacia dónde estaba Izuku - ¿Un producto premium? -

-Si, espero que nos deje grandes ganancias -

-Eso esperemos, es una niña horrible, lo único bueno que tiene es su don -

Izuku a pesar de que estaba a punto de desmayarse logró escuchar y pensó que todo lo que había pasado era su absoluta culpa.

Cuando el hombre elegante la llevó frente al escenario, la luz de los focos la deslumbró y ya no pudo aguantar, pues todo su entorno se coloreo de negro.

-Alam ¿Es ella el objetivo? -

-Si, salvala yo mataré a los demás -

-Entendido cambio y fuera Alfrid-

Alam de un salto descendió hasta donde estaban los clientes, todos gritaron y después de eso un silencio absoluto.

-Maldito ¿¡Cómo te atreves!? -

El hombre elegante empezó a disparar, mientras Elam señalaba con su dedo cada cuerpo en el suelo, sin arrepentirse.

-Líder del distrito cero, jefe comercial de China y traficante de drogas, objetivos eliminados, sucesor de la red de tráfico de infantes eliminado -

El hombre elegante ya estaba muerto, lejos de todo esto Alfrid llevaba en sus brazos a la niña.

-Alfrid a Stella, ya tengo al objetivo -

-Buen trabajo -

-Stella hay problemas, repito hay problemas -

-¿Qué sucede? -

-Héroes han rodeado, repito héroes han rodeado la zona -

-No te preocupes, según Asla no harán nada todavía y sobre todo no dejes que te quiten a Izu-chan -

-Entendido cambio y fuera -

Alfrid estaba a punto de dejar ese lugar para llegar hasta Stella pero dos niños la detuvieron, uno de ellos se aferro a su pierna tan fuerte, que Alfrid no hallaba forma de separarse

-¿Quién eres? -

El chico de cabellos morado temblaba en cuanto realizó la pregunta. Esperando que la mujer cabellos rojos respondiera.

-Que te interesa, largo de aquí -

Alfrid sintió como todo su cuerpo se paralizó, intentó moverse pero ninguna extremidad respondía.

-Suelta a Izuku y vete lo más lejos que puedas, no regreses con ella -

Alfrid, involuntariamente la deja en el suelo y empezó a correr, algunas lágrimas empezaron a resbalar de sus mejillas, por la ira y el regaño que le daría Stella.

Eijiro coloco sus manos sobre la frente de la niña, el cuerpo de la niña estaba demasiado caliente.

-Shin ¿Qué vamos a hacer?, está demasiado caliente ¿Va a morir? -

El chico temblaba - Ella no morirá, no nos dejara, ella jamás nos va a abandonar -

Antes de que pudieran volver a decir otra cosa, sus pequeños cuerpos fueron atravesados por varias balas.

Los engranes del destino vuelven a girar. Que la dama de la justicia alce el martillo del juicio.

Continuará....

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